El escritor iruindarra Miguel Sánchez-Ostiz ha sacado a la venta un nuevo título que rebosa ironía y sarcasmo. En palabras del propio autor, «es trilita». «Cornejas de Bucarest» pasa por ser una novela sobre un falso profesor universitario que va a Bucarest a dar clases sobre novela picaresca. Pero todo ello no es sino «una excusa pistonuda» para cargar contra los sinsentidos de la sociedad y ciertas modas literarias, según comentó Sánchez-Ostiz. La capital rumana, bien conocida por el escritor, ofrece un marco de excepción para retratar la realidad del país centroeuropeo, pero también la de Euskal Herria y el Estado español. Asimismo, el autor confiesa que, por coherencia, ha tenido que retratarse a sí mismo dentro de esta novela. «Encontrarse frente a la desdicha de la gente sirve para relativizar tus propias miserias», explica. Además, el autor afirma que no le parece correcto hacer humor y utilizar el sarcasmo sobre una situación así si uno no se ríe también de sí mismo.

Sánchez-Ostiz recuerda haberse divertido mucho al redactar pasajes del libro «que son descacharrantes», pero «Cornejas de Bucarest» no deja de ser un libro realista y mordaz con la actual situación de Rumanía, que resulta extraordinariamente compleja: 16 etnias distintas conviviendo en un país que en tan sólo unas décadas ha pasado del comunismo al liberalismo voraz y que, recientemente, ha hecho su entrada en la Unión Europea. Según confiesa Sánchez-Ostiz, «la situación de Rumanía me impactó potentemente» y, por ello, le pareció oportuno confrontarla con la cultura del Estado español.

Como ya se intuye en el argumento del libro, el autor revisa el género de la novela picaresca. La burla y la sátira están a la orden del día. Sánchez-Ostiz carga contra modas literarias como la falsa ficción biográfica y la novela histórica facilona. Para ello, el escritor se ha embarcado en un complejo «juego literario», en el que reparte «leña al narrador» y le hace encontrarse con personajes de ficción procedentes de otras novelas.

Al explicar su nuevo trabajo, el autor no oculta la certeza de que la mordacidad de su novela traerá como consecuencia una lluvia de críticas, porque va a molestar a muchos. «Casi parece una forma de despedirse con cohetes, pero con los años uno aprende a retirarse el saludo cuando se cruza a sí mismo por la calle», ironiza el escritor. Sánchez-Ostiz comienza ya a cubrirse contra posibles represalias: «En esta novela todo es literatura, tal y como dijo Esperanza Aguirre del último libro de Sánchez Dragó. En todo el libro sólo aparecen dos `porricos', que nadie me venga con historias».

«Cornejas de Bucarest» no es para nada una despedida con cohetes. El escritor iruindarra ya tiene pensado continuar con otra aventura literaria pero esta vez vinculada a otro país que conoce bien, Bolivia. Asimismo, Sánchez-Ostiz proseguirá con su labor como escritor en proyectos relacionados con la memoria histórica.

Sánchez-Ostiz ha publicado ya 14 novelas y varios libros monográficos. Su último trabajo fue «Lectura de Pablo Antoñana», que salió a la venta hace pocos meses.