La huelga de hambre iniciada por los presos políticos vascos en la cárcel de Murcia cumple hoy su décimo segundo día y el movimiento pro amnistía alertó ayer de que cada uno de ellos ha perdido ya una media de seis kilos.

Los vascos allí encarcelados, que concretamente son los bilbainos Josu Amantes y Mirian Campos; el gasteiztarra Jose María Novoa; el irundarra Francisco Ramada; el vecino de Galdakao Gorka Martínez y el urretxuarra Joseba Segurola, iniciaron este método de protesta con el objeto de exigir a la dirección de la prisión que ponga fin a la situación de aislamiento que padecen desde hace tiempo.

Además de su reagrupamiento, para que ninguno se encuentre sólo en ningún módulo de la prisión, los presos también buscan denunciar la insalubridad de las duchas y de los servicios, la plaga de ratas en el comedor y la cocina, y la falta de higiene en general.

Zulueta, medio año aislada

La lucha llevada en la cárcel de Cáceres, donde Arantza Zulueta se encontraba desde su arresto totalmente aislada, acarreó como venganza que la letrada fuera trasladada a la prisión de Málaga. Aunque en un principio en la misma hubiera cuatro vascos más, tres de ellos han sido trasladados en los últimos días por lo que aislamiento a la que la tienen sometida se ha visto aumentado.