Iker Beristain: «Hemos demostrado que luchando se consiguen los objetivos»
GARA |
El movimiento pro amnistía ha difundido una carta escrita por Iker Beristain, preso al que Laurence Le Vert le negaba poder conocer a su hija. En la carta, que escribió en la víspera del día en que iba a conocer a su hija, Beristain expresa su alegría por conseguir el permiso de visitas y agradece el apoyo recibido desde el exterior. «Una vez más, hemos podido demostrar que los objetivos se pueden cumplir si la lucha en la calle y en las prisiones van en la misma dirección», dice Beristain. Los presos de Meaux llevaron a cabo una larga huelga de hambra para exigir que se reconociera la paternidad de Beristain.
Asimismo, otros cuatro presos políticos vascos también se encuentran en huelga de hambre para exigir que se respeten sus derechos. Jon González y Mikel Almandoz, ingresados en la cárcel de Tarascon, anunciaban el pasado 16 de noviembre que comenzaban con la protesta para exigir el fin de «los problemas de comunicación» que sufren. Desde el movimiento pro amnistía informaron de que, a pesar de sus peticiones, la dirección de la prisión «sigue en las mismas»; así pues, los presos políticos cumplen hoy su décimo día de ayuno.
El usurbildarra Patxi Segurola, por su parte, lleva ya 19 días de huelga de hambre. Segurola fue arrestado en 1999 en el Estado francés y fue condenado a 15 años de prisión. El 30 de este mes cumple su condena y el Estado español ha pedido en repetidas ocasiones su entrega, a lo que los tribunales francesas se han negado. «No se fía de la decisión que pueda tomar el Estado francés y si lo entregan será incomunicado, con peligro de ser torturado», advierte el movimiento pro amnistía.
En cuanto a Arantza Zulueta, la abogada cumple hoy el undécimo día de huelga de hambre al no producirse ningún cambio en su situación de «aislamiento total». La defensa de la letrada emitió ayer un escrito en el que recordaba que Zulueta continúa sola en un módulo de aislamiento con registros diarios de su celda y cacheos diarios.
«El régimen de vida es absolutamente ilegal, pues no respeta el Reglamento Penitenciario», decía. Zulueta se encuentra en una celda de reducidas dimensiones, a excepción de las cuatro horas que pasa en un patio «pequeño» y «con un cristal opaco por el que es vigilada». En la celda sólo puede tener dos libros y algo de ropa, ya que sus pertenencias están retenidas. Además, el abogado denuncia que los últimos traslados han coincidido con los vis a vis que le correspondían, «por lo que sus padres llevan desde agosto sin poder verla».