Dublín recortará prestaciones sociales, empleos públicos y el salario mínimo
El Gobierno irlandés basará su plan de ahorro para los próximos cuatro años en el recorte de 10.000 millones de euros a través de la rebaja de las prestaciones sociales (3.000 millones), la eliminación de 2.475 empleos públicos, el aumento de la edad de jubilación, la bajada del salario mínimo y el encarecimiento de las tasas educativas. A la vez, quiere obtener otros 5.000 euros con la subida de impuestos. Dublín prevé lograr el 40% del ahorro en 2011.GARA |
El Gobierno irlandés presentó ayer el «Plan de Recuperación Nacional» para los próximos cuatro años con el que quiere ahorrar 15.000 millones de euros: 10.000 millones de euros a través de la reducción del gasto público y otros 5.000 millones con una profunda reforma del régimen fiscal.
Fundamentalmente, recoge recortes de 3.000 millones de euros en las prestaciones sociales, el ahorro de 1.200 millones a través de la eliminación de 24.750 puestos de funcionarios y una subida generalizada de los impuestos.
En las 140 páginas del citado plan se establece que el salario mínimo interprofesional se reducirá en un euro hasta los 7,65 euros la hora, y que se incrementará el IVA hasta el 22% en 2013 y el 23% en 2014, lo que generará a las arcas públicas unos ingresos de unos 620 millones de euros.
También se encarecerán las tasas en el sector educativo, con un encarecimiento de 500 euros de las tasas universitarias, hasta los 2.000 euros anuales, al tiempo que se instalarán contadores de agua en todos lo hogares para imponer un nuevo impuesto antes de 2014.
El «Taoiseach» (primer ministro), Brian Cowen, advirtió de que los impuestos sobre la renta volverán a los niveles de 2006, mientras que el Estado tratará de revertir su gasto público a los registros de 2007. Aunque el Gobierno no modificará las actuales «pensiones estatales», el plan prevé elevar la edad de jubilación a los 66 años en 2014, los 67 en 2021 y los 68 en 2028.
Impuesto de Sociedades
Con estas y otra medidas, el Ejecutivo de Dublín confía en reducir el déficit público hasta el 9,1% del PIB en 2011, después de cerrar este año en un 32% como consecuencia de los 35.000 millones de euros que el Gobierno ha inyectado en su sector bancario.
Los beneficios empresariales, en cambio, seguirán a salvo de los recortes. El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, confirmó que no elevará su controvertido Impuesto sobre Sociedades, tal y como le reclaman algunos socios comunitarios, que en la actualidad está fijado en el 12,5% y que Dublín considera crucial para atraer inversiones extranjeras a la isla. «Es una piedra angular de nuestra política económica enfocada hacia la libre empresa», sostiene el documento. Cowen ya había adelantado que éste punto no era negociable ante el temor de que se vayan las numerosas multinacionales instaladas en el país.
El primer ministro aseguró al presentar el plan que las medidas tienen como objetivo recuperar la «confianza de la ciudadanía» y demostrar que el país tiene «futuro», aunque ha perdido ya el crédito de sus socios de gobierno e incluso dentro de su propio partido. El «40% de los contenidos» del plan, que contempla recortes por un valor de 15.000 millones de euros para lograr reducir el déficit público hasta el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, debe ser alcanzado en 2011, indicó Cowen. Pero será otro gobierno el encargado de llevarlo a cabo.
La primera fase de ese plan echará a andar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos generales para 2011, cuya aprobación es clave para que Irlanda pueda acceder al rescate financiero de la UE y del FMI, aunque la pérdida de apoyos parlamentarios puede poner en peligro su aprobación. Por otra parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, explicó ante el Parlamento Europeo la asistencia a Dublín porque como «un paso crucial para salvaguardar la estabilidad financiera de Irlanda, la zona euro y el conjunto de la UE». Barroso defendió el papel y la credibilidad del euro. A su juicio, los comentarios y especulaciones sobre los riesgos que corren determinados países por su situación financiera pueden ser perjudiciales.
El Gobierno irlandés recortará 3.000 millones en prestaciones sociales, eliminará 24.750 empleos, subirá la edad de jubilación hasta los 68 años, elevará el IVA hasta el 23%, subirá el impuesto sobre la renta y encarecerá las tasas educativas, pero no tocará el Impuesto de Sociedades.
Sindicatos y agentes sociales irlandeses han convocado una manifestación el sábado ante la Oficia General de Correos, el emblemático edificio donde resistieron los independentistas irlandeses en abril de 1916, el «Levantamiento de Pascua», contra las fuerzas de ocupación británicas.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, puso ayer una cifra al plan de rescate que negocia con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), al afirmar que «el tamaño de cualquier programa no se ha decidido aún, pero se ha hablado de una cantidad de 85.000 millones de euros», En una intervención ante el Parlamento nacional (Dáil) divulgada por Efe, el «Taoiseach» (primer ministro) calificó el rescate como un fondo de contingencia, al que podría recurrir el Estado en caso de necesitarlo. Cowen explicó que las negociaciones, que se desarrollan «tan rápido como es posible», giran en torno a cómo se extraerá el dinero de esos fondos si Irlanda requiere una inyección de capital, aunque insistió en que su país tiene cubiertas las necesidades de financiación hasta mediados del próximo año. «Es una contingencia, que está a nuestra disposición si lo necesitamos. Esto es una cuestión técnica complicada que no se ha finalizado aún», añadió.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, reconoció que Gran Bretaña se encuentra preparado para asumir «un papel importante» en el plan de ayuda para estabilizar Irlanda. El Gobierno británico ha expresado ya su voluntad de colaborar con varios miles de millones de libras al rescate de su vecino irlandés mediante préstamos bilaterales, aunque sin precisar los detalles de esta ayuda.
Irlanda aparece entre los cinco principales socios comerciales de Gran Bretaña, donde algunos de sus bancos, como el RBS, cuentan con una significativa exposición al otrora »tigre celta». GARA