REAL Pese a la derrota, el equipo blanquiazul podrá celebrar las Navidades con la tranquilidad que dan sus 22 puntos
Aduriz amarga el final de año
El guipuzcoano marcó un gol que no hizo justicia a un partido en el que la Real hizo méritos y ocasiones suficientes para al menos puntuar ante un rival que le triplica en presupuesto. Los dos goles valencianistas llegaron en el tiempo añadido de ambos períodos.
VALENCIA CLUB FÚTBOL 2
Joseba ITURRIA
Un gol de Aduriz con el tiempo ya cumplido impidió a la Real poner un buen broche a un año inolvidable. Mereció por lo menos el empate que le permitía llegar a las Navidades con 23 puntos e incluso pudo ganar porque los blanquiazules tuvieron más y mejores ocasiones, pero no las aprovechó y un gran portero como Bravo tuvo su mal día y no estuvo acertado en los dos goles que costaron la derrota y que llegaron en momentos en los que no había margen de respuesta, en el tiempo de prolongación de ambos tiempos.
El partido respondió a lo que ha sido todo el 2010, con un estadio acostumbrado a disfrutar con un equipo que volvió a responder a las características que le han hecho ser fuerte en Anoeta, donde hasta las derrotas encajadas a equipos del poder de Real Madrid, Atlético y Valencia han dejado buen sabor de boca porque han sido inmerecidas.
La del Valencia era una prueba importante porque el cuadro levantino tiene un presupuesto de 108 millones, más del triple del realista. Pero sobre el campo no hay más números que los que llevan los jugadores en sus camisetas y todo se reduce a un duelo de once contra once.
Y la Real volvió a desafiar a la lógica, como es habitual, con su once de gala, con ocho canteranos y diez jugadores que estaban en Segunda el pasado año. Y con ellos fue capaz de competir de igual a igual y mereció al menos puntuar ante un equipo que se ha clasificado para los octavos de la Liga de Campeones.
Pese a la derrota, cierra el año con 22 puntos en disposición de cerrar cuanto antes su objetivo de la permanencia.
Como ante el Athletic
El primer tiempo fue muy similar al del derbi. Otra vez el rival comenzó mejor en el cuarto de hora inicial y un central tuvo una clara opción a balón parado. Bravo despejó una falta de Joaquín y Ricardo Costa falló con todo a favor. Como entonces, la Real capeó el dominio visitante y en la primera aproximación al área rival un gran centro de Xabi Prieto hacia Zurutuza permitió al donostiarra seguir con su racha casi infalible desde el punto de penalti gracias a su sangre fría.
Se encontró con César, el mismo ante el que empezó su serie casi inmaculada de penaltis ante el Real Madrid en la temporada 2003-04 en el inolvidable 1-4 del Bernabéu. Entonces se lo tiró a la Panenka, como ayer. Entre medias el realista le había marcado otros dos penaltis en la etapa de César en el Zaragoza. En una de ellas el portero le preguntó antes de tirarlo si iba a volver a lanzárselo por el centro. Así lo hizo y marcó.
Ayer se retaron de nuevo desde los once metros y Xabi Prieto volvió a tirárselo a lo Panenka. A partir de ahí, la Real jugó sus mejores minutos sin sufrir en defensa y tuvo dos buenas internadas por la banda derecha con Xabi Prieto, pero sus centros no encontraron rematador. Además el donostiarra inició una buena jugada de estrategia que Griezmann remató sin poder sorprender a César, el protagonista negativo de la noche junto a Claudio Bravo.
El veterano portero valenciano volvió a encajar un gol a lo Panenka y fue el centro de los pitos del público ante la forma en la que reaccionó a la presión a la que sometió Joseba Llorente. Además se lesionó para desgracia de la Real y beneficio del Valencia, porque Guayta ahora está mejor que el ex-madridista.
La diferencia con respecto al partido del derbi fue que entonces el gol psicológico lo logró la Real en los primeros compases del segundo tiempo. Ayer fue Tino Costa el que marcó antes del descanso con los 45 minutos ya cumplidos en una falta muy bien lanzada, aunque siempre se debe exigir más al portero cuando el balón entra por su poste. Ahí Bravo empezó su mala noche.
Ese tipo de golpes ante un rival tan poderoso se suelen acusar, pero la Real reaccionó bien y compitió tras el descanso como lo había hecho en el primer tiempo. En los primeros 28 minutos, cuando Tino Costa quiso volver a sorprender a Bravo con una falta lejana, sólo concedió una ocasión clara de salida a Mata que detuvo el portero chileno tras una acción en la que Carlos Martínez volvió a cometer el error de recular demasiado cuando su par le encara en carrera, que es casi sinónimo de no defenderle.
Buena reacción
A partir de ahí la Real le cogió el pulso al encuentro, superó al Valencia y dispuso de ocasiones suficientes para adelantarse. Griezmann, que estuvo muy mal en los saques de esquina, lanzó bien una falta que puso en aprietos a Guayta. Carlos Martínez envió un buen centro, su otra asignatura pendiente, que Zurutuza no pudo rematar a la red. Luego el media punta de Rochefort tuvo la opción más clara al recortar dentro del área y lanzar un disparo que salió fuera por poco.
El punto hasta sabía incluso a poco, pero cuando los dos equipos parecían que se conformaban con el empate llegó la jugada desgraciada del partido. Bravo, que destaca por un juego con el pie excepcional, no estuvo acertado en su último pelotazo y Aduriz lo aprovechó para hacer un buen gol que rompió la mala racha de un Valencia que se encontró con el triunfo cuando menos lo esperaba.
Los jugadores de la Real comenzaron tras el partido sus vacaciones hasta el lunes 27, cuando volverán a los entrenamientos a las cuatro de la tarde con la presencia de Ifrán, que se ha ido antes a Uruguay por su lesión, y de Demidov, que se incorporará ese día a la disciplina realista.
El juvenil ganó al Txantrea (2-1) y es líder con dos puntos sobre el Athletic, que empató ante el Alavés (2-2). También ganaron el Easo al Aretxabaleta (5-1), el primer cadete al Indautxu (1-5) y el infantil txiki al Hernani (6-0). El cadete txiki visita hoy al Añorga (12.30) y el infantil al Urola (12.15).