Las nevadas no dan tregua y continúan sembrando el caos en el tranporte europeo
GARA |
Aviones inmovilizados en pistas cubiertas de un manto nevado, pasajeros durmiendo en aeropuertos repletos, retrasos en los trenes: las poco habituales nevadas continuaron ayer sembrando el caos en el transporte europeo en vísperas de la Navidad.
Miles de viajeros se vieron obligados a pasar la noche en los aeropuertos, algunos de ellos en tiendas de campaña habilitadas para la ocasión, como en Frankfurt o en el parisino de Roissy, mientras la desorganización llegaba al cielo europeo por la anulación de vuelos en cascada. Aunque abierto, el aeropuerto londinense de Heathrow, uno de los que más viajeros usan del mundo, solo era capaz de gestionar «un número limitado de vuelos».
British Airways anunció que mantenía unos 60 vuelos, la mitad de los previstos. Decenas más de vuelos tuvieron que ser anulados y las consecuencias se prolongarán más allá de la Navidad.
En cambio, se mantuvieron la mayoría de vuelos en los aeropuertos londinenses de Gatwick y London City.
El operador de Heathrow, BAA, presentó sus excusas a los viajeros, algunos de los cuales se vieron obligados a pasar dos noches en el aeropuerto. «Con 200 aviones esperando y doce centímetros de nieve, se produce esta situación», declaró el portavoz de la empresa, Andrew Teacher.
«Esto parecía un barrio de chabolas cuando llegué ayer», relató a France Presse Giovanni Bet, un músico estadounidense de 22 años, que intentaba volver a Chicago tras una gira europea.
«Es un completo desorden. Te sientes cada vez más frustrado. He dormido en un duro suelo de piedra y hasta el lugar más pequeño estaba ocupado», se quejaba Trevor Taylor, que llevaba dos días esperando en Hea-throw con su mujer y dos hijos para coger un vuelo a Singapur.
Las dificultades de Heathrow afectaron de rebote a aeropuertos como el de Amsterdam o Estocolmo.