Una intervención militar de los países de África Occidental en Costa de Marfil para obligar a Laurent Gbagbo a abandonar el poder «parece afortunadamente descartada por el momento», declaró ayer a AFP el secretario de Estado de Relaciones Exteriores de Cabo Verde, Jorge Borges.

Consideró que la visita del martes a Abidjan de tres presidentes de África Occidental «permitió establecer un puente hacia el diálogo entre las dos partes», la de Gbagbo y la de su rival, Alassane Ouattara.

«Ya no se habla de intervención militar de CEDEAO, que parece afortunadamente descartada por el momento», afirmó.

Mientras, la huelga indefinida convocada desde el lunes por los seguidores de Ouattara dejó ayer casi paralizada Abidjan por falta de transporte público.

Las tiendas y servicios, que el martes empezaron a cerrar, ayer no abrieron sus puertas en su mayoría y el desabastecimiento y la acumulación de productos de primera necesidad por parte de los ciudadanos ha conllevado a que el precio de la carne se haya triplicado y el de otras mercancías esenciales, como la leche, el azúcar, el arroz, el aceite y el carbón haya subido aún más.