Un vendedor de la ONCE de Laudio perdió unos boletos premiados con 9 millones de euros y después los encontró en un contenedor de basura.

El vendedor, Ignacio González, explicó que arrojó por equivocación los boletos del cuponazo premiados del sábado en el centro gallego de la localidad.

«Por un lado, ha sido una buena entrada de año, porque han caído una lluvia de millones y, por otro lado, no encontramos los billetes porque no sé si, al repartir el dinero, los rompí. No sé si la liaré gorda, pero, gorda, gorda. Esperemos que no haya problema con esto porque, si no me van a crucificar», se lamentaba González en unas declaraciones a «Radio Euskadi» poco antes de recuperarlos.

Según explicó, fue él el último que los tuvo en la mano y, tras abonar las cantidades, se confundió y pensó que los boletos correspondían a otra semana. Por eso los tiró. «Los rompí y los tiré, estamos buscando a diestro y siniestro y la verdad es que estoy disgustadísimo», relataba el vendedor.

Los cupones aparecen

A la una y media de la tarde, aproximadamente, después de una larga búsqueda, Ignacio González encontró los billetes en un contenedor de basura. Por suerte para él, y para los agraciados de los boletos, González no había roto los billetes, sólo los había arrugado y así pudo recuperar los 9 millones de euros que valían.

Si, como él pensaba en un inicio, los hubiera roto, sería imposible recuperar los premios de los boletos, porque no serían validos. Por suerte sólo los hizo una pelota y los tiró.

«Los había arrugado creyendo que eran de la semana pasada. No estaban rotos ni nada, estaban arrugados», comentó aliviado; «había tirado más de 1.500 millones de pesetas a la basura».

El cuponazo de la ONCE dejó finalmente los millones en una peña de dieciséis amigos del restaurante Azgranxa del centro gallego. Resultaron premiados dieciséis cupones del número 48104, cuya serie 117 obtuvo 9 millones.

Además, cayó otro cupón premiado con 150.000 euros y otros catorce con una cantidad de 35.000 euros cada uno; todos ellos también en Laudio. Y, además, todos los cupones los vendió Ignacio González.