Cita montañera en cumbres emblemáticas para celebrar el ritual del nuevo año
Recibir al nuevo año desde algunas de las cumbres más conocidas, en torno a un caldico reconstituyente, una copa de cava o incluso un buen almuerzo, es un ritual que se ha consolidado en los últimos años.Iñaki VIGOR | IRUÑEA
El primer día del nuevo año suele ser resacoso para muchas personas, por aquello de los excesos de la Nochevieja, pero las formas de celebrar esta fecha son muy variadas. Hay quienes se acuestan al amanecer, tras una gaupasa entre bromas y disfraces, pero otros muchos prefieren madrugar y recibir los primeros rayos del 1 de enero en contacto con la naturaleza.
Esta última costumbre se ha ido consolidando en Euskal Herria en los últimos años, hasta el punto de que, incluso, se ponen citas previas para ascender a determinadas montañas.
Los vecinos de Bilbo se suelen reunir en la Plaza de Zabalburu antes de iniciar el ascenso a Pagasarri por el barrio de San Adrián, con la mirada puesta en las montañas y en el mar. Otros muchos vizcainos prefieren subir hasta el Gorbeia a lo largo de la mañana, y tienen su lugar habitual de encuentro en el área de Pagomakurre, accesible desde Areatza, en término de Zuia.
Los de Iruñea tienen su cita en el barrio de San Pedro, desde donde suben a la cima de Ezkaba para brindar por el nuevo año y contemplar, si el tiempo lo permite, un amplísimo horizonte que se extienden hasta el Pirineo navarro-oscense.
Desde Donostialdea la ascensión típica se realiza al monte Adarra, donde los montañeros del club Euskalduna, de Andoain, acostumbran a servir un caldo reparador con un pincho de carne. Otros mendizales, como los del Vasco de Camping, suelen brindar con cava en la cima de esta montaña, que ofrece excelentes vistas sobre la costa guipuzcoana.
Los aficionados de Gasteiz, por su parte, se suelen citar en el puerto de Zaldiaran para subir desde allí a la cima del mismo nombre, aunque algunos inician la marcha desde el mismo núcleo urbano.
San Miguel y Beriain
Otras dos montañas emblemáticas para recibir las primeras luces del año nuevo son San Miguel y Beriain (San Donato). Ambas cimas son las preferidas por los clubes montañeros de Sakana, pero también de otras comarcas más alejadas.
En Beriain, junto a la ermita más elevada de Euskal Herria, nunca falta el turrón y el cava en esta fecha festiva, y la misma costumbre suele repetirse en el Día de Reyes.
En cuanto a San Miguel, tiene la ventaja de que se puede ascender hasta el mítico santuario en vehículo, tanto desde Lekunberri como desde Uharte Arakil. La mayoría de los que acuden allí el 1 de enero lo hacen caminando, bien desde Sakana o bien a través del Valle de Ata.
Otra de las ventajas de este santuario es que dispone de una zona cubierta, abierta al público, para resguardarse en caso de mal tiempo o prepararse un buen almuerzo caliente en el fogón, aunque también suele estar abierto el bar-restaurante.
En un lugar o en otro, a todos quienes tienen esta costumbre les une el deseo de comenzar el año en contacto con la naturaleza y en una buena compañía.
Numerosos aficionados a la montaña tienen la costumbre de recibir las primeras luces del año nuevo en las cumbres de montañas emblemáticas de Euskal Herria, donde comparten caldico, cava, turrón o incluso un copioso almuerzo.
Debido a su proximidad a núcleos importantes, o a que son las más conocidas, las cimas de Pagasarri, Gorbeia, Adarra, Zaldiaran, Ezkaba, Beriain y San Miguel de Aralar son las más concurridas el día 1 de enero.