La repatriación de los presos, deseo y exigencia en el arranque de 2011
El deseo de que en Euskal Herria se abra una nueva etapa que traiga a los represaliados políticos vascos a sus hogares es un anhelo extendido en la ciudadanía vasca y así lo demostraron las masivas concentraciones de Etxerat, en las que más de diez mil ciudadanos se dieron cita el último día de 2010. Esta masiva movilización hizo de aperitivo para la marcha que el próximo sábado recorrerá Bilbo de la mano de la iniciativa «Egin Dezagun Urratsa».
GARA |
Alrededor de diez mil personas, según los datos recabados por Etxerat y GARA, dedicaron los últimos momentos del 2010 a los presos, refugiados y deportados políticos vascos participando en las concentraciones del último viernes del mes, convocadas por Etxerat. Centenares de quinqués, antorchas y velas iluminaron las calles de toda la geografía vasca reflejando la ausencia de los que, debido a la represión, no pueden comenzar el año en sus hogares junto a sus seres queridos.
En el marco de estas concentraciones, Etxerat mostró su convencimiento y esperanza de que este año que acaba de echar a andar se convertirá en el «inicio de una nueva etapa». En este sentido, animó a llenar el próximo 8 de enero las calles de la capital vizcaina con objeto de arrancar con fuerza esta etapa, en la que cree, que «se dejará atrás y para siempre el sufrimiento» que ha acompañado durante años la vida de los represaliados políticos vascos y la de sus familiares.
La asociación que agrupa a estos familiares y amigos de represaliados políticos vascos realizó, antes de ayer, su particular balance de curso en el que, como aseguraron, «han mirado a los ojos al sufrimiento». Accidentes en la carretera, humillantes cacheos de familiares y la muerte de refugiados políticos vascos son sólo algunos de los episodios que han empañado el año 2010.
Pese al negro balance, los integrantes de Etxerat aseguraron, con los quinqués en la mano, «tener grandes esperanzas» en este año que se abre camino.
«Es hora de dar pasos hacia adelante», sentenciaba Etxerat en su lectura del comunicado, a la vez que aplaudía el «ambiente de solidaridad y movilización» generado por la iniciativa «Egin Dezagun Urratsa», convocante de la manifestación que el próximo sábado recorrerá Bilbo y la cual se prevé masiva.
El colectivo de familiares aseguró estar trabajando con ahínco por la apertura de esta nueva etapa que se sustentará, según aclararon, en el respeto de todos los derechos. «Haremos todos los esfuerzos que estén en nuestras manos, para que estén cuanto antes entre nosotros y nosotras y con todos sus derechos garantizados», apostillaron.
Más de sesenta municipios vascos acogieron, según los datos recabados tanto por Etxerat como por este diario, estas concentraciones en las que durante media hora, además de arropar a los familiares de los represaliados políticos vascos, más en estas fechas tan señaladas, se reivindicó el respeto a los derechos de los prisioneros políticos vascos.
Las concentraciones también fueron empleadas para recordar la marcha que el próximo sábado recorrerá Bilbo de la mano de la iniciativa «Egin Dezagun Urratsa» y a la que Etxerat le otorga un valor especial.
Ultimando detalles
«Egin Dezagun Urratsa», iniciativa conformada por un centenar de conocidas personas de la política, el deporte y la cultura, de dentro y fuera de Euskal Herria, se presentó el 13 de noviembre del pasado año con el objetivo de movilizar a la ciudadanía en contra de la política penitenciaria que los estados español y francés aplican a los presos políticos vascos.
El 8 de enero será su gran día y trabajan ultimando ya los detalles para esta marcha, que exigirá el cumplimiento de los derechos de los presos.
Son decenas los autobuses que están cerrando ya sus listas para que el próximo sábado lleguen desde todos los puntos de Euskal Herria para convertir Bilbo en una «marea humana».
La pagina web, puesta en marcha por la iniciativa, reúne ya centenares de apoyos, tanto a nivel personal como colectivo, para la marcha del próximo sábnado. Además, son decenas las iniciativas que se están realizando en barrios y pueblos de Euskal Herria para llamar a esta cita. Entre estas destaca la comparecencia de una treintena de abogados vascos, en representación de letrados vascos y de otros lugares, que se sumaron a la marcha por los presos, o los actos organizados por familiares de presos políticos vascos en diversas comarcas como Lea Artibai, Bidasoa y Tolosaldea.
Rituales del nuevo año
Las últimas horas del año, así como la celebración de esos primeros segundos del nuevo año, son instantes especiales que se suelen pasar con los seres queridos, ya sean familiares o amigos. Son innumerables las tradiciones y las supersticiones que acompañan a esa noche e incontables los deseos que se demandan al brindar las 12 campanadas.
La falta de un ser querido suele ser motivo de tristeza en la mayoría de las familias y cuadrillas, y más en estas fechas. Para sobrellevar mejor estas celebraciones y reivindicar, así mismo, la vuelta a casa de los presos políticos vascos son decenas los actos que se realizan en estas señaladas fechas, además de la antes mencionada concentraciones de Etxerat.
Fueron muchos, por ejemplo, los vecinos que arrancaron el año recordando a los presos políticos vascos en los brindis populares que se celebran con este objeto. En Irun, Azpeitia, o el barrio donostiarra de Antigua decenas de vecinos se dieron cita para recordar a los prisioneros políticos del municipio y solicitar al 2011 que los traiga a casa. El sonido de la txalaparta y los bertsolaris no suelen fallar en estos brindis populares.
Otra de las supersticiones que acompañan al año nuevo, en algunos lugares, es la de quemar todo lo malo que aconteció durante el año que termina y recibir al año nuevo con todo lo malo hecho cenizas. Siguiendo esta tradición, en Etxarri Aranatz despidieron el año dando fuego a una especie de prisión.
Cerca de trescientas personas se dieron cita en la plaza del pueblo para disfrutar con esta improvisada hoguera en la que tampoco faltaron las canciones populares y reivindicativas.
En Tolosa, por su parte, 150 vecinos conformaron con velas el mapa de Euskal Herria y las flechas que representan la repatriación de los presos políticos vascos. Ése era el deseo que reclamaron al año que acaba de empezar a andar.
Las centrales vascas mostraron su adhesión a las concentraciones del último viernes de mes de Etxerat. Para ambas, acabar con la política de dispersión y el aislamiento es una cuestión de urgencia.
Abadiño: 80
Abanto: 50
Agoitz: 140
Algorta: 300
Altza: 85
Alegia: 150
Andoain: 110
Arrasate: 450
Atxondo: 32
Aulesti: 179
Azparne: 30
Baiona: 100
Bakaiku: 40
Barakaldo: 500
Basauri: 92
Berriz: 72
Bilbo: 300
Busturi: 70
Deba:75
Donibane Garazi: 90
Donibane Lohitzune: 280
Donostia: 115
Donostia, Antigua: 150
Durango: 150
Ea: 94
Eibar: 125
Elorrio: 300
Etxarri Aranatz: 300
Galdakao: 120
Gasteiz: 653
Gares: 100
Getaria: 50
Hernani: 425
Ibarra: 101
Ibarrangelu: 26
Irun: 90
Iruñea: 425
Lazkao: 130
Larrabetzu: 115
Laudio: 228
Leioa: 65
Lesaka: 110
Lizartza: 78
Munitibar: 70
Oiartzun: 416
Ondarru: 373
Olazti: 76
Orereta: 320
Orio: 80
Otsagi:110
Otxandio: 85
Pasai San Pedro-Trintxerpe: 40
Plentzia: 43
Senpere: 15
Soraluze: 100
Tolosa: 150
Txurdinaga:18
Urnieta: 50
Urretxu-Zumarraga: 300
Urduliz:19
Urduña: 72
Ustaritz: 61
Usurbil: 121
Zarautz: 273
Zaldibar: 39l
Zizurkil-Villabona: 500
Zuia: 45