El antes fotógrafo y reportero francés Fred Cavayé se pasó hace dos años con éxito al cine con su impactante ópera prima «Pour elle», protagonizada por Vicent Lindon y Diane Kruger. Este thriller romántico cuenta dos cosas básicas: todo lo que una persona puede llegar a hacer por amor y cómo cualquiera puede lograr lo que se proponga con método y decisión.

El guionista y realizador canadiense Paul Haggis ha respetado los dos elementos primordiales de la historia, pero dándoles una ambientación diferente, al trasladar la acción a la tensión real de una ciudad típicamente norteamericana como Pittsburgh. También, al igual que pasa con tantas otras películas europeas rehechas en Hollywood, ha querido desarrollar el suspense a la manera del maestro Hitchock. El material se presta a ello, puesto que el protagonista es un hombre corriente que, por amor, es capaz de asumir riesgos que en todo momento bordean la heroicidad. Ese ciudadano del montón transformado en héroe romántico va sorteando una serie de obstáculos, que le conducirán a una superación constante culminada en forma de clímax final.

El protagonista se encuentra de la noche a la mañana con la inesperada detención de su mujer, acusada de un asesinato cuyas pruebas le incriminan al cien por cien. Es condenada sin remedio, pero él la quiere y cree en su inocencia. La casa se le cae encima, sin poder consolar a su hijo o a los suegros, así que decide actuar y trazar un plan perfecto para liberarla, con el asesoramiento de un experto en fugas al que presta su imagen Lian Neeson.

Nadie duda del dominio de la narrativa de suspense que posee Paul Haggis, pero algunas críticas le han acusado de querer redondear demasiado la película a través del meticuloso acabado del guión. Se le achaca el abusar del metraje para dejar todo bien atado, para hacer que las piezas del rompecabezas encajen unas con otras. Hoy en día no gusta que al espectador se le expliquen al detalle todas y cada una de las claves de la trama, sin dejar nada a la imaginación o la incertidumbre.