Renault despide a tres altos cargos por espionaje industrial
GARA
El fabricante automovilístico francés Renault anunció ayer la presentación de una denuncia tras haber sido objeto de espionaje interno que afecta a sus «activos estratégicos». Renault consideró «muy graves» los hechos de espionaje de los que ha sido objeto y señaló que afectan a personas que están en posiciones particularmente estratégicas dentro del grupo.
El grupo anunció el despido de tres trabajadores de alto nivel por estos hechos que, según la prensa francesa, estarían relacionados con tecnología eléctrica, reto estratégico del sector automovilístico.
La marca francesa ha invertido 4.000 millones de euros junto con su socio japonés Nissan y ha movilizado a 1.700 ingenieros en este proyecto. Ha generado ya 56 patentes y el grupo espera registrar otras 34. Para mediados de año, Renault tiene previsto presentar dos modelos eléctricos, la berlina familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express. Más adelante, en el segundo semestre de este año y mediados de 2012, la marca del rombo tiene previsto presentar el Twizy y el Zoe.
Aunque la empresa no ha confirmado la identidad de los tres implicados en el caso de espionaje, la prensa ha desvelado que uno de ellos forma parte del comité de dirección del grupo, que está encabezado por su presidente, Carlos Ghosn, y otro trabaja en el programa de vehículos eléctricos.
«Guerra económica»
El ministro francés de Industria, Éric Besson, confirmó el caso de espionaje, que calificó de «grave», al tiempo que lo contextualizó en una «guerra económica». En declaraciones a la emisora de radio RTL, el ministro aseguró que ha pedido a los servicios de su departamento que refuercen las obligaciones que tienen que seguir las empresas para garantizar la protección del secreto industrial en las compañías que reciben dinero público.