El cambio legislativo sobre el consumo de tabaco, que prohíbe fumar en el interior de los establecimientos hosteleros, motivó ayer una nueva comparecencia pública de los responsables de la Federación de Hostelería del País Vasco para informar acerca de los primeros impactos que han detectado. Su secretario general, Ángel Gago, confesó echar en falta en la decisión gubernamental la búsqueda de la convivencia entre los derechos de los fumadores y atajar los problemas del tabaquismo, de la acción educativa sobre la sancionadora, añadiendo que los hosteleros «no pueden ser rehenes de los particulares intereses políticos en clara búsqueda de una proyección mediática».

Gago, que subrayó que el modelo de ocio será diferente a partir de la aplicación de esta normativa restrictiva, manifestó que los empresarios de hostelería se sienten «maltratados» por el Gobierno español. Así, calificó de «precipitada» su entrada en vigor pues, por ejemplo, ahora los fumadores han optado por permanecer en el exterior de los locales consumiendo, por lo que se hará necesario un ajuste de las ordenanzas de ocupación de la vía pública que expresamente impiden esta práctica.

Partiendo de la premisa de que no contemplan «actos de rebeldía fuera del marco legal», la Federación va a enviar a sus asociados un escrito en el que se les recomienda que barajen la posibilidad de dejar de vender tabaco y, además, se instan a los clientes a que reflexionen también sobre el hecho de que comprando tabaco «enriqueces al Gobierno que nos maltrata». «Correspondamos a la actitud del Gobierno -remarcó Gago- dando donde más le duele: en su recaudación».

Hace ya unos meses se efectuó una encuesta entre los empresarios para conocer cuál sería la posición de cada uno respecto a la tenencia de máquinas expendedoras de tábaco. El 41,05% expresó su intención de conservarlas, mientras que otro 38,95% se inclinó por retirarla.

No será la única medida de respuesta ya que, atendiendo a las sugerencias de sus afiliados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, propondrán que se deje de vender Lotería Nacional española, algo que recordó lo hacen de manera «altruista» y que «genera ingresos al mismo Estado que nos maltrata». De cara a las elecciones generales de 2012, la patronal de la hostelería en la CAV apunta a la posibilidad de presionar para que haya un nuevo cambio legislativo en esta materia tan polémica.

Denuncia ante la Ertzaintza

Gago ya avanzó la semana pasada que algunos hosteleros se estaban planteando quitar sus máquinas de venta de tabaco. Poco después, el propietario del Asador Gomilaz, Pedro Mari Garaialde, rompió ante los medios de comunicación, a los que había convocado expresamente, la expendedora que tenía en su local de Otxandio.

Maza en mano, Garaialde declaró hace una semana que «si el Gobierno dice que no puedo fumar en mi propio local, tampoco se va a llevar un duro del tabaco». Ayer, volvió a comparecer públicamente, esta vez para anunciar que va a denunciar ante la Policía autonómica la aparición de pasquines anónimos en los que se llama a los ciudadamos a hacer «un boicot a los hosteleros obstinados en ser cómplices del cáncer».

Ángel Gago incidió en que «la demagogia institucional incentiva reacciones que nunca deberían hacer existido, y el boicot al Asador Gomilaz puede ser una muestra más que ilustrativa», un restaurante -comentó- que cumple la ley y lo que hace es no vender tabaco en su negocio.

En su intervención, el portavoz de la Federación acusó al Gobierno español de «manipular datos estadísticos» para respaldar una decisión, que, recalcó, «no ha acreditado suficientemente». Gago apostilló que el Ministerio español de Sanidad aún no ha respondido a un conjunto de aclaraciones, a pesar de que la ministra no deja de comparecer ante los medios para avalar sus tesis.