Gari Mujika Periodista
ETA ha hablado, pero todo sigue por hacer
Eres un hada, eres un duende, eres la diosa de las flores. Has disipado todas mis brumas, llenas mi vida de mil colores». Iba escuchando esa canción de Kojón Prieto y los Huajalotes cuando se difundió la declaración de ETA, y parecía una estrofa acertada para describir el sentimiento que muchos vascos tendrían ayer, después de la tan cacareada espera sobre el anuncio de ETA.
Independientemente de que los mismos de siempre sigan sujetos al guión de La Moncloa y de que continúen emperrados en ridiculizar la inteligencia colectiva con la coletilla del «nada nuevo», la ceguera política que desean instalar como dogma es lo que resulta realmente la prueba de la «insuficiencia».
Pero, a pesar de todo y de todos, ETA ha vuelto a demostrar su carácter de agente político de primer orden. Una consideración que, desgraciadamente, no todas las formaciones políticas ostentan; porque hacer política con mayúsculas requiere de iniciativas, de correr riesgos, de recorrer caminos por sendas aún sin transitar. Y todo ello sujeto, siempre, a las demandas exigidas por el pueblo y al accionar más eficaz para alcanzar los objetivos asumidos en ese mandato. Medio siglo lleva ETA gestionando un mandato inherente a todas las generaciones de este país; medio siglo de capital político construido por miles de voluntarios que, obviamente, no pasará a ser pasado de un plumazo. La responsabilidad, en política, requiere, además, actuar con perspectiva y determinación histórica.
En los últimos meses, los mensajes de los partidos han estado centrados básicamente en que ETA emitiera la declaración de ayer. Bien, y ¿ahora qué? Ahora, queda todo por hacer. Si bien los agentes tendrán que asumir la función clave de hacer política, que es para lo que se les elige, a partir de hoy mayor presión es la que debemos ejercer sobre nosotros. A quien algo quiere, algo le cuesta, y los ciudadanos no somos ninguna excepción si es que queremos ver un escenario de soluciones.
Pero a los que deseamos un país independiente nos toca doblar turnos. Es hora de construir, de hacer proyecto político, es hora de militar y de reforzar la izquierda abertzale.