El Plan Integral de Gestión de Residuos de Nafarroa (PIGRN) aprobado por el Gobierno de UPN sigue generando protestas de organizaciones ecologistas, en este caso de Lurra y de la Compañía de las 3 Rs. Ambas critican que el llamado «proceso de participación» se ha producido después de aprobarse el borrador del plan, y consideran que debía haberse realizado antes, cuando todas las opciones estaban todavía abiertas.

«Se ha hecho un traje para vestir a un santo, y ese santo no es otro que el construir una incineradora», señala Juan del Barrio en nombre de Lurra.

En cuanto al contenido del PIGRN, afirma que el Gobierno de UPN ha apostado «por lo que ellos llaman valorización energética, cuando resulta un despilfarro el quemar recursos que se deberían recuperar».

Teniendo en cuenta que los campos de Nafarroa son «deficitarios» en compost, Lurra considera que es una «barbaridad» el incinerar los residuos orgánicos. «Además -advierte- en su combustión emiten residuos tóxicos que afectan a la salud humana, tales como las dioxinas y furanos que provocan el cáncer».

También alerta sobre el control de los gases contaminantes emitidos por las incineradoras, y recuerda que, según un estudio de Greenpeace sobre las diez incineradoras existentes en el Estado español, existen «fraudes en las mediciones gracias a la colaboración de las administraciones, que llaman a las plantas para indicarles en qué día van a pasar a hacerlas».

«Un gran negocio»

Lurra critica que no se ha concretado si la gestión de la planta incineradora será pública o privada, aunque sospecha que será privada y que supondrá «un gran negocio».

Respecto al emplazamiento, todavía sin concretar, existe un temor creciente entre los vecinos de Unzue y otros pueblos de la zona, ya que se sospecha que podría ubicarse en esa comarca.

Por su parte, y en una primera valoración, la Compañía de las 3 Rs considera «insuficiente» plantear la recuperación del 50% de la materia orgánica para el año 2020. «Incinerar la totalidad del rechazo -añade- hipoteca para el futuro objetivos más ambiciosos en cuanto a la recuperación de objetos y materiales, con afecciones graves a la salud y al medio ambiente, además de suponer un mayor coste económico».