La falta de visibilidad por la niebla y la tormenta que azotaba la zona fueron las causas del accidente aéreo que el domingo dejó casi ochenta muertos al noroeste de Irán (Kurdistán Este), según declaró el ministro iraní de Transporte y Carreteras, Hamid Behbahani.

En declaraciones divulgadas por la agencia estudiantil de noticias ISNA, citada por Efe, el responsable elevó a 78 el número de víctimas mortales y redujo a 24 la cifra de heridos.

La agencia de noticias estatal IRNA señaló, por su parte, que una persona se encuentra en paradero desconocido.

El accidente ocurrió sobre las 19.45 (18.15 en Euskal Herria) del domingo cerca de lago Urumiyeh, en Kurdistán Este, cuando el avión, un Boeing 727 procedente de Teherán y propiedad de la aerolínea estatal IranAir, se disponía a tomar tierra entre la nieve.

El presidente de la Organización de Gestión de Crisis del Ministerio de Transporte y Carretera, Ahmad Majidi, explicó a ISNA que la caja negra aún no se ha encontrado, pero que el piloto trató de abortar el aterrizaje y regresar a la capital.

Majidi indicó asimismo que en el interior de la aeronave viajaban 105 personas, 94 pasajeros y once miembros de la tripulación, después de que la cifra oscilara el domingo entre 104 y 106 según los distintos medios locales de comunicación.

«Un total de 26 personas han sido hospitalizadas en Urumiyeh, una de ellas en estado crítico», destacó Majidi, quien confirmó que hay una persona desaparecida.

«Los muertos hasta ahora son 42 hombres y doce mujeres, ya que faltan 23 cadáveres por identificar. Entre los supervivientes hay 18 hombres, y nueve mujeres, entre ellos tres miembros de la tripulación», añadió.

Majidi apuntó a la falta de visibilidad y el mal tiempo como origen de la tragedia. «El piloto intentó regresar a Teherán después de que el mal tiempo le impidiera tomar tierra. Él es uno de los fallecidos», apostilló.

El avión había partido el domingo del aeropuerto de Mehrabad, en el sur de Teherán, con más de una hora de retraso debido a los problemas de visibilidad y frío en la ruta que reportaba la torre de control de Urumiyeh.

Embargo internacional

Los accidentes aéreos son relativamente frecuentes en Irán, debido sobre todo a la precariedad de su flota aérea, anticuada y sometida, como el resto del país, a un embargo internacional que le impide comprar piezas de repuesto originales.

Según cifras oficiales, cerca de un millar de personas han perdido la vida en distintos accidentes aéreos, civiles y militares, en Irán durante la última década.

El último de gran envergadura ocurrió en julio de 2009 cuando un Tupolev de la compañía Caspian Airlines en ruta entre Teherán y Ereván, capital de Armenia, y con 156 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad septentrional iraní de Qazvin. Entonces, no hubo supervivientes.