El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, aseguró ayer que los sindicatos emplearán «todo el tiempo que se requiera» en la negociación de la reforma de las pensiones, a pesar de que en la reunión con los representantes del Gobierno español tampoco hubo avances y las posiciones están «aún alejadas». Fuentes de CCOO aseguraron por su parte que a pesar de ello se mantendrán en la mesa de la negociación porque aprecian una «postura más flexible» por parte del Ejecutivo, aunque los enviados del presidente José Luis Rodríguez Zapatero no quieren ni oír hablar de mantener la edad de jubilación en los 65 años.

De esta manera, la convocatoria de huelga general que estos dos sindicatos iban a hacer pública entre ayer y hoy, tras sus respectivas reuniones de las ejecutivas confederales, se deshincha por el momento.

Ferrer aseguró que tanto para UGT como para CCOO la reforma del sistema de pensiones es un proceso «vital y de suma importancia para la ciudadanía», además de un «instrumento central de la cohesión social». Por ello, consideró «primordial que el proceso de reforma garantice la sostenibilidad del sistema». El representante de UGT dijo que tanto sindicatos como Gobierno mantienen su voluntad de seguir negociando y confió en que el Ejecutivo tenga «la misma flexibilidad y responsabilidad» que están teniendo las organizaciones sindicales.

El responsable de UGT no descartó «ningún tipo de medida» al ser interpelado por la decisión de la huelga, pero dijo que lo más coherente es que «los tiempos de movilización vayan en función de los resultados de la negociación».

En este sentido, CCOO advirtió que la reunión que mantendrá hoy el Consejo Confederal no adoptará una decisión sobre la huelga general porque están abiertas las vías de negociación, aunque el Gobierno español mantiene la reforma de las pensiones en sus puntos iniciales y, sobre todo, ha traspasado la línea roja de elevar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, entre otros recortes planteados.