Declaración de ETA

Iñigo Urkullu emplaza a ETA y se olvida de Madrid

Agustín GOIKOETXEA | BILBO

PNV

El presidente del EBB del PNV emplazó ayer a ETA a que «no se pierda en el camino entre Bruselas y Gernika y que responda con claridad a la sociedad vasca, que lo que desea es conocer el comunicado del fin». Iñigo Urkullu volvió una vez más a fijar su atención sobre la organización armada vasca, olvidándose del papel a jugar por el Gobierno español.
Al líder jeltzale le costó comparecer ante los medios de comunicación. A pesar de haberlos convocado a las 17.00, aguardó a que hubiese concluido la declaración del lehendakari para hacer pública la valoración del EBB. En el turno de preguntas, Urkullu reconoció que había mantenido contactos con el Ejecutivo español y con Lakua, aunque fue, aclaró, para darse por «conocedor» del comunicado.

Para el PNV, tras la declaración «hay que aprovechar el tiempo de esperanza y de estabilidad que se está abriendo en Euskadi y en el Estado para, desde la política y la democracia, acabar de una vez y para siempre con la lacra de la violencia y la vulneración de derechos humanos». Más tarde, llegó a decir que «el PNV ha ayudado para que exista» el nuevo escenario que reconoció que se abre tras el pronunciamiento de ayer.
Urkullu subrayó que no iban a enredarse en más interpretaciones sobre la comunicación de ETA. El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, sí lo valoró como «un paso positivo».

«La apuesta consecuente por las vías exclusivamente políticas y democráticas demanda la exigencia de la desaparición de ETA –dijo en su comparecencia en Sabin Etxea– y escenarios de legalización para todas las formaciones que cumplen los requisitos establecidos para ello».

El político de Alonsotegi aclaró que su partido apuesta «por un nuevo tiempo en el que todas las sensibilidades ideológicas solamente tengamos en el examen de la ciudadanía la referencia de la solidez del proyecto de cada uno. Es a la sociedad vasca –añadió– a quien corresponde,  mediante su expresión en las urnas, decidir su futuro y también elegir quiénes son sus legítimos representantes políticos».

Preguntado sobre si considera que el Ejecutivo español debiera responder ahora con la legalización de la izquierda abertzale, Iñigo Urkullu señaló que «quien quiere hacer política sabe los pasos que debe dar, y en estos momentos, cumplimentar el ordenamiento jurídico las leyes existentes. Si se cumple el requisito, no entendemos por qué no puede ser una formación legalizada». Fue una respuesta más de manual.