La temporada de escalada en los cerros de Patagonia sigue su curso. Y para ser más exactos añadiríamos que esas actividades sobre todo se están dando en su vertiente argentina; en los macizos del Fitz Roy y Cerro Torre. Y decimos eso, ya que todavía no nos ha llegado ninguna noticia acerca de aperturas o escaladas notables en sus vecinas paredes chilenas. Por poner un ejemplo, en las muy conocidas Torres del Paine.

Así pues, nos vamos hasta ese mediático «campo base» de El Chaltén. En ese antes muy que muy tranquilo y hoy en día muy que muy ajetreado pueblecito argentino, los escaladores llegados desde diversos lugares del mundo se ponen en «línea de salida» para cuando la meteo les aseguré una pequeña ventana de buen tiempo. Y cuando llega la buena noticia, todos a correr.

Desde la última crónica sobre actividades en esa zona andina ya han pasado unas semanas, y en esta ocasión os traemos a estas páginas otro resumen de lo más destacado de las últimas fechas.

Para ello echamos el calendario atrás, justo hasta finales de 2010. Concretamente nos centramos en el 28 de diciembre y en un protagonista que ya ha pasado por crónicas anteriores. Nos referimos a Colin Haley. Este gran alpinista estadounidense se ha convertido durante estos últimos cuatro o cinco años en uno de los especialistas más importantes en los cerros patagónicos; sobre todo en los argentinos.

Le da lo mismo escalar en solitario como en cordada; lo suyo es no perder tiempo y sacar el máximo jugo a su estancia en las esbeltas paredes de granito. Y claro ejemplo de ello es la «lista» cosechada hasta el momento: en solitario la «Exocet» del Cerro Standhardt, la «Brenner-Moschioni» en la norte de la Aguja Guillaumet con Tommy Caldwell o la «Kearney-Harrington» en la Aguja St. Exupéry con un colega italiano.

Pero la más importante de las actividades realizadas en cordada llegó al final de 2010 con la apertura de la vía «Jardines japoneses» en la cara este de la Aguja Mermoz. En esta ocasión sus compañeros de cordada han sido sus compatriotas Jens Holsten y Mikey Schaefer.

El trío conseguía en un non-stop de 26 horas desde la Laguna de los Tres esta nueva línea del macizo del Fitz Roy de 600 metros y dificultades técnicas de 5.10, A1, AI4 y M5.

En esta ocasión no ha sido Haley el ideólogo de la nueva apertura, sino su compañero de cordada Schaefer. Hace ya un par de años, en otra visita a Patagonia, Schaefer le echó el ojo a la nueva línea. Volvió durante el pasado diciembre junto a Holsten, y ambos intentaron escalar esos metros vírgenes. Pero una vez más el tiempo no les dio oportunidad de darle un buen intento y se retiraron. No lo pasaron nada bien en esa actividad, ya que después de escalar un buen trozo de la nueva línea les pilló una tormenta de nieve. No podían moverse, y tuvieron que pasar unas cuantas horas hasta que amaneciera y así poder descender en condiciones.

Aunque vivieron duros momentos, la cordada decidió volver a la vía, pero en esta ocasión Haley se les unió. Y, como hemos adelantado, la escalada se tradujo en una nueva vía: «Jardines japoneses». Sobre la línea, los estadounidenses señalan que se trata de una escalada muy placentera: «Incluye todos los ingredientes de una buena ascensión alpina: algo de escalada en hielo, algunos largos de mixto bastante peleones, varios péndulos, improvisados largos de artificial y un poco de escalada en roca sobre granito de excelente calidad».

Aparte de los detalles sobre el nuevo itinerario, los protagonistas de esta apertura afirman que tiene un ingrediente muy especial e interesante para la particular escalada en los cerros patagónicos: «Se puede escalar en condiciones menos que ideales para la escalada en roca».

Con la actividad de los tres estadounidenses se cerraba el 2010. Pero el nuevo año también ha traído un par de nuevas e interesantes aperturas.

Más metros vírgenes

La primera de ellas es una primera a la cara este del Cerro Pollone en el macizo del Fitz Roy. Los protagonistas: Jim Toman y Neil Kauffman. Y la nueva obra de la cordada estadounidense: «Re puesto». 600 nuevos metros con dificultades moderadas de 60º en hielo, 6b en libre y A1 en artificial.

La primera idea de los estadounidenses era escalar la vía «Afanasieff» del Fitz Roy, pero un parte de tiempo dudoso y los rumores de que en la ruta se iban a meter tres cordadas más, les hizo cambiar de opinión.

Según afirma Kauffman, el comienzo de la línea tiene bastante ambiente, ya que los primeros metros están amenazados por seracs colgantes a uno y otro lado.

«La primera tirada era una sucia fisura de musgo resbaladizo. La segunda conduce a una serie de fisuras de buen granito y una física chimenea que nos pareció mucho más dura con nuestro equipo alpino. El tercer largo era precioso, de esos que convierten los sueños en realidad. El cuarto era de calidad y luego le siguió una travesía expuesta de unos 10 metros. Luego ya roca no tan buena que nos llevó hasta un campo de nieve donde cambiamos los pies de gato por los crampones», informa Kauffman.

Terreno de mixto delicado para la sétima tirada, y, ya muy cansados y casi deshidratados, tuvieron todavía que darle a lo más duro de la vía: fisuras de dedos y placas lisas. Esas últimas las evitaron con un péndulo para luego seguir con artificial y roca mojada.

A pesar de estar totalmente rotos, los dos protagonistas no pararon y se enfrentaron con más escalada en libre y artificial hasta llegar a la cima. Y sobre la tercera apertura apenas tenemos información, aunque se nos antoja como muy estética y buena. Lo que sabemos es que los argentinos Luciano Fiorenza y Jimmy Heredia y el brasileño Sergio Tartari han abierto nueva vía en el Pilar Casarotto del Fitz Roy. Excelentes fisuras para una escalada de 900 metros, 25 largos y dificultades de 6c y A2+. Por cierto, la vía se llama: «Al abordaje».