Había pintores de cámara que retrataban a las monarquías absolutistas para que la historia los reconociera y las admirara. Entre esos pintores los hubo díscolos, cínicos, que dejaban algún gesto en sus mecenas que delatan un carácter que no coincidía con la versión oficial. En «Documentos TV», que emite La 2, el pasado sábado se ofreció un reportaje que nos mostraba la figura del fotógrafo de cámara, en este caso de Barack Obama. Se trata de una figura institucional, ligada al presidente, y que se dedica a fotografiar oficialmente al presidente de los Estados Unidos, en su tiempo de gestión, en su tiempo político y hasta en su tiempo de ocio. Es un cuerpo adherido al presidente a través de unas cuantas cámaras de alta calidad, con un equipo de apoyo que es quien ofrece después de una selección a partir de miles de instantáneas la imagen adecuada al mundo exterior.

Parece más que normal que después de una legislatura, o dos, se establezca una relación que debe ser más que la profesional, ya que se trata de alguien que tiene sitio en el avión, en la comitiva de todos los actos, sean de la entidad que sean, que se dedica única y exclusivamente al presidente y su entorno más cercano. Y debe ser una tradición en la Casa Blanca, ya que se nos ofrecieron detalles de otras fotografías del archivo nacional, y en una de ellas, por ejemplo, se ve al viejo Bush, en la cama, junto a su mujer y algunos de sus nietos. Porque las fotografías pasan a formar parte de una archivo federal, aunque se puede llevar algunas el retratado.

El documento mostrado estaba realizado con ese tono tan americano, y se convertía en un ejercicio de propaganda, no tanto de Obama, sino del sistema americano. Pero a la vez se descubrían algunas curiosidades como que para realizar la foto oficial del presidente con todo su gobierno, tuvieron que trabajar varias semanas, para después tomar las instantáneas en menos de una hora. Es decir, como dijo uno de ellos, «ojalá que no haya parpadeado ninguno». Este sistema debe ser muy parecido en todos los gobiernos, candidatos, ministros y demás recua política. Y ahora son cámaras digitales, ¿se imaginan cómo era hace unos años?