La potencia del martillo de Alexis Apraiz encontró por fin la precisión del cincel de Pablo Berasaluze y se confirmó que, bien utilizadas, ambas herramientas son capaces de derribar hasta muros tan infranqueables como lo pueden ser la dupla formada por Oinatz Bengoetxea y Patxi Ruiz. Bendito proceso febril el superado por el de Berriz en los últimos días, que le ha llevado de estar a punto de solicitar la suspensión a ofrecer un recital rematador como el ofrecido ayer, con 12 tantos en juego (1 dejada, 10 de aire, 1 atrás), dos saques y un único error.

Tras un partido de dos caras el martes en Mungia, el delantero de Berriz cuajó un partido redondo ayer en Eibar. Porque al margen de sacar su tiralíneas y de encontrar todos los ángulos de la cancha con su gancho de zurda, Pablo estuvo muy listo y supo qué hacer en todo momento; evitando entrar a cualquier tentación de enzarzarse en dejadas con Oinatz en los cuadros alegres y ayudando a Apraiz en el castigo al que sometieron a Patxi Ruiz cada vez que no era capaz de conectar uno de sus letales ganchos.

Dominador Apraiz

Pero para que el delantero de Berriz pudiera lucirse en sus milimétricos remates, la clave estuvo el castigo al que Alexis Apraiz sometió a Patxi Ruiz. El zaguero de Gernika jugaba ayer su primer partido como titular del Parejas en el Astelena y demostró ser poseedor de uno de las derechas más potentes del cuadro profesional y estar asentándose entre los grandes.

Desde el comienzo del partido el zaguero vizcaino enseñó constantemente la espalda al de Lizarra y ahí radicó gran parte de la victoria vizcaina.

A principio del partido los pronósticos eran claramente favorables a Bengoetxea VI-Patxi Ruiz, de hecho se cantaron momios de 100 a 40 a su favor para los que los corredores no encontraban dinero por abajo. Los navarros volvieron a exhibir una gran defensa, pero ayer no bastó con aguantar.

Oinatz Bengoetxea tuvo un arranque un poco frío y luego nunca consiguió terminar de entrar en el partido.

Aún así, gracias a su solvencia y a los recursos de Ruiz en ataque, llegaron a tomar el mando del marcador mediado el choque, pero fue durante poco tiempo. La pareja vizcaina prosiguió con su táctica de desgaste, Pablo Berasaluze fue paulatinamente mejorando sus prestaciones para deleite de los incondicionales de su arte, hasta terminar de derribar la resistencia de una pareja que perdió la renta que tenía en la lucha por la tercera plaza. Con las dos primeras parejas muy destacadas, la derrota de los navarros de Asegarce abre mucho la lucha por las dos plazas de la liguilla de semifinales que todavía no parecen estar reservadas.