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A un punto del descenso

Camacho pone al equipo en caída libre hacia el abismo

Los rojillos caen ante un rival que era colista y hasta ayer no había ganado un solo partido en casa. El Almería finiquitó el choque a los diez minutos de juego y los rojillos están a un solo punto del descenso.

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ALMERIA 3
OSASUNA 2

Natxo MATXIN I

Desgraciadamente todos los funestos vaticinios se están cumpliendo al pie de la letra. Osasuna no suma una victoria desde hace ya más de dos meses y ha obtenido tres raquíticos puntos de 24 posibles en los últimos ocho encuentros ligueros. Con esos números la escuadra rojilla no se va a librar de dar con sus huesos en la Segunda División.

Pero lo peor no son las frías cifras. Lo más preocupante es la imagen y actitud que destila el equipo, reflejo de una desconfianza mutua entre grupo y técnico. Ni los jugadores creen en Camacho como el hombre idóneo para guiarlos hacia el objetivo de la permanencia ni el preparador murciano pone su granito de arena para contrarrestar esa peligrosa inercia.

Y mientras continúa ese recíproco recelo, sumado a la ceguera de Pachi Izco, el conjunto osasunista ya ha entrado en caída libre. Porque desde que comenzó el nuevo año, el cuadro rojillo no sólo no ha enmendado sus malos resultados, sino que su nivel de juego ha bajado a los infiernos. Entretanto, el míster sigue manteniendo el mismo discurso, la culpa es de la suerte y los árbitros. Como un mal estudiante que no ha hincado los codos frente al libro, su argumento-excusa es que el profesor le tiene manía.

Y malos alumnos fueron sus pupilos, que no aprendieron la lección, pese a asegurar que estaba bien repasada. Otra vez dos nefastos inicios de ambas partes mandaron al traste las opciones de puntuar fuera. Si en los diez primeros minutos ya se pierde por dos goles de diferencia, muy poco cabe decir en positivo de un equipo que conocía la tensión inicial de su rival, una cualidad de la que ayer carecieron por completo los pupilos de Camacho, salvo contadas y honrosas excepciones.

Fiel a su reconocida condición de buen samaritano, Osasuna fue el convidado de piedra de un enemigo que sumó ante los navarros su primer triunfo casero de la temporada, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta. Quitando el segundo tramo de la primera parte, con una inconclusa reacción y el gol de Aranda, en el resto del choque se estuvo a merced del ritmo del Almería o navegando sin rumbo en un quiero y no puedo francamente desalentador.

Incapaces de generar ocasiones

Cierto es que, a renglón seguido del 2-1, Camuñas tuvo en sus botas el empate, pero no lo es menos que durante toda la segunda mitad, a excepción del postrero gol con el que Leka se estrenó en Liga, sólo se llegó a generar un par de ocasiones claras, que no pudieron culminar dos desacertados Puñal y Lolo, que no tuvieron su día.

No se pueden esconder las vergüenzas y, ahora mismo, la escuadra encarnada tiene unas cuantas de las que sonrojarse: inconsistencia defensiva -otro gol más encajado en estrategia-, incapacidad para sobrellevar las labores de creación, indefinición en los metros decisivos... son todo un cúmulo de factores negativos, ante los que Camacho ya ha demostrado su incapacidad para contrarrestarlos.

Así, mientras el de Cieza sigue extrayendo lo peor de sus piezas -más movimientos infructuosos en la defensa y hombres desaprovechados en posiciones en las que ya han demostrado su poca valía, como Soriano-, los inmediatos rivales siguen reaccionando y saliendo de la quema, caso de Sporting y Zaragoza. El carácter de sus dos técnicos es lo que necesita Osasuna para evitar el abismo.

Camacho: «Estábamos avisados, pero no hemos podido hacer más, ellos han sido más listos»

Hace tiempo que se le han acabado las ideas a Camacho. Sobre el césped y en sala de prensa. El técnico rojillo volvió a echar mano de dos de sus excusas favoritas -suerte y arbitraje- para intentar camuflar la evidente realidad, sólo que en esta ocasión incluso le puso tintes de incapacidad para hacer frente a la complicada situación, quizás la antesala de una posible y necesaria ruptura.

«No hemos podido hacer más, ellos han estado más listos. Estábamos avisados porque les hemos visto jugar, empiezan siempre muy fuerte pero, aunque lo sepas, no se puede hacer nada», comentó con una resignación que no puede satisfacer al aficionado tras ver la pobrísima actuación de su equipo.

«Hay ocasiones en las que se atraviesan malas rachas y ésta es una de ellas, no hemos tenido suerte y ahora llega el Real Madrid, ante el que igual tenemos más suerte», se descolgó el de Cieza, para quien resulta «lógico» que la situación sea preocupante «porque nos cuesta ganar, pese a que hacemos mucho trabajo».

Al menos, en esta oportunidad hubo una ligera dosis de autocrítica. «No he sabido inculcarles que hay que contrarrestar eso», acertó a decir, en referencia a las jugadas a balón parado y las contras del rival. «Cometemos errores que nos cuestan muy caros», añadió el preparador murciano.

Por extraer algo positivo de un encuentro lamentable, Camacho aseguró que, tras el 2-0, su equipo «se metió en el partido e incluso hemos podido empatar», si bien ademitió, del mismo modo, que toda la segunda parte sus pupilos «han ido a remolque». «Ganando dos encuentros se solucionan muchos problemas», dijo. Jugando así no será tarea fácil. N.M.

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