Unas 34.000 personas, según fuentes policiales, se manifestaron ayer en Bruselas contra la profunda crisis que vive el país, que lleva más de siete meses sin gobierno tras las últimas elecciones.

«Ha sido un éxito», señaló en declaraciones a la televisión flamenca VRT uno de los organizadores, Felix de Clerck, hijo del ministro saliente de Justicia, el democristiano flamenco Stefan de Clerck.

No se logró, no obstante, mantener la clave de neutralidad política que reclamaban los cinco jóvenes que llamaron a la movilización a través de Internet. Así, fueron muchas las banderas belgas que ondearon como símbolo de la unidad del país.

El independentista N-VA interpretó la marcha como un ataque a su formación.