La Liga Árabe pide a la ONU imponer una zona de exclusión aérea en Libia
La ofensiva diplomática sobre el régimen de Gadafi continúa. La Liga Árabe, que reconoció ayer como interlocutor al Consejo Nacional de Transición, decidió pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte las medidas necesarias para imponer una zona de exclusión aérea en Libia, mientras la Unión Africana designa un comité de cinco presidentes para ayudar a encontrar una salida al conflicto.GARA | EL CAIRO
La Liga Árabe aprobó ayer por unanimidad solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia para impedir los ataque de la aviación del régimen de Muamar al-Gadafi contra las posiciones de los rebeldes sublevados.
Los países árabes respaldan así la petición de la oposición libia organizada en torno al Consejo Nacional de Transición (CNT), con sede en Bengasi, organismo al que, además, reconocen como interlocutor.
Estas decisiones fueron dadas a conocer al fin de la reunión extraordinaria de la organización panárabe sobre Libia en El Cairo, por el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, y el ministro de Exteriores omaní, Yusef bin Alawi bin Abdulah, cuyo país presidía el encuentro.
«El trato con el Consejo Nacional Transitorio es un reconocimiento práctico de él», dijo Musa, quien indicó que van a comenzar los contactos con el mando rebelde para «facilitar la protección y la ayuda humanitaria al pueblo libio dentro del marco que estipula la legalidad internacional», recogió Efe.
En cuanto a la imposición de la exclusión aérea, indicó que comunicarán «oficialmente la petición de la exclusión aérea al Consejo de Naciones Unidas y esto como una medida preventiva y no militar», indicó Efe.
Asimismo, explicó que se han dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU porque es «el órgano encargado de la seguridad mundial y de adoptar las medidas que estime convenientes dentro de la legalidad internacional».
En este sentido, el ministro omaní indicó que la imposición de una zona de exclusión aérea es para «proteger al pueblo libio y a los extranjeros como medida preventiva humanitaria».
Intervención extranjera
«Así como aceptamos esta medida también rechazamos cualquier intervención extranjera bajo cualquier pretexto y esta acción debe terminar cuando terminen las causas de la crisis», subrayó el jefe de la diplomacia omaní, quien durante la reunión abogó por «una intervención árabe en concordancia con el derecho internacional».
El pronunciamiento árabe sobre las medidas a tomar contra el régimen de Muamar al-Gadafi era muy esperada por la comunidad internacional, en especial la Unión Europea, que considera importante contar con el aval árabe para evitar que una operación militar sea considerada un intervencionismo occidental. El bloque comunitario se encuentra dividido entre quienes abogan por realizar «ataques selectivos», como el Estado francés y Gran Bretaña, y quienes optan por la prudencia, como Alemania.
Ayer, en medio de los debates internos sobre una posible intervención militar, los ministros de Exteriores de la UE intentaron dar una imagen de unidad en cuanto a su postura sobre la crisis libia. «Tenemos conclusiones claras y fuertes. Hemos iniciado una planificación prudente para todas las opciones», aseguró la responsable de la Política Exterior, Catherine Ashton, tras una reunión informal de dos días en Gödöllö, cerca de Budapest.
Mientras tanto, sobre el terreno, continúa la contraofensiva del régimen libio, que sigue avanzando hacia el este recuperando ciudades que habían caído en manos rebeldes. Ayer sus fuerzas leales reconquistaron Ras Lanuf y Ben Jawad, según confirmó AFP. Poco antes, el CNT acusó a Gadafi de lanzar una guerra sicológica, «que nadie cree», para intentar minar la moral de la oposición extendiendo rumores sobre la toma de ciudades bajo el control de la oposición.
Cinco manifestantes, entre ellos un escolar de 12 años, murieron y cientos resultaron heridos ayer en Yemen, donde los opositores acusaron a la Policía de haber utilizado gases tóxicos para dispersarlos. Las autoridades negaron el uso de gases que no fueran lacrimógenos.
La oposición volvió a sacar a las calles su exigencia de la renuncia inmediata del presidente, Ali Abdallah Saleh.
El Gobierno afirmó que la Policía intervino en Sana'a para separar a los manifestantes de los comerciantes enfadados por la sentada de la Universidad, pero lo que hizo fue asaltar de madrugada el campamento instalado desde el 21 de febrero en la Plaza de la Universidad. Un manifestante murió y casi 300 resultaron heridos, 30 de ellos de bala y otros intoxicados por gas, según la comisión médica formada por los manifestantes, que acusó a la Policía de emplear gas nervioso.
Por la tarde, otro manifestante fue muerto por disparos de un francotirador no identificado cuando intentaba, junto a otros, unirse a la sentada en la Universidad de Sana'a, según fuentes de la oposición.
Estudiantes y escolares salieron a las calles ayer en Yemen para protestar contra el ataque de Sana'a. Cientos de ellos fueron reprimidos en Aden, donde la Policía también fue acusada de usar gas tóxico. En esta ciudad, vanguardia de las protestas, cinco personas fueron alcanzadas por disparos de la Policía y uno de ellos murió, según fuentes hospitalarias. En las manifestaciones para protestar por esta muerte fue incendiada una comisaría y los disparos de los agentes acabaron con la vida de otro joven.
En Moukalla, un escolar de 12 años que participaba en un acto similar murió por disparos de la Policía, señalaron fuentes médicas y testigos. Cinco estudiantes fueron heridos durante la actuación policial. GARA
El Ministerio de Interior ha rechazado la legalización de cinco partidos, tres de ellos de carácter religioso, y ha dado luz verde a otros tres, elevando a 34 el número de grupos políticos legales en Túnez, 26 de ellos legalizados tras la caída de Ben Ali.