
Gari Mujika Kazetaria
�Pasen y vean! Comienza el circo
Cuando ense�an la historia de la comunicaci�n, Mc Luhan suele ser un personaje insoslayable. Su conocida teor�a de que �el medio es el mensaje� impacta no s�lo porque abra ojos y mentes, sino por su vigencia y rabiosa actualidad.
Dice McLuhan que el mensaje no es s�lo contenido, porque de lo contrario excluyes la principal caracter�stica de los medios: su poder de modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y acciones humanas. Adem�s, a�ade que medio y mensaje van unidos, con compromiso mutuo, y que la conclusi�n suele ser que el contenido de cualquier mensaje resulta menos importante que el medio en s�.
Hace 21 a�os, EEUU emple� por primera vez los misiles Tomahawk. Fue durante la Guerra del Golfo. La primera guerra televisada en directo. Otra en la que mostraron la importancia de controlar a la opini�n p�blica en las guerras �modernas�. Tambi�n hemos visto c�mo ejecutaban, en directo, a Sadam Hussein. Y esta semana hemos llegado a ver c�mo una cat�strofe natural devastaba Jap�n. Todo, en riguroso directo.
Pero tambi�n nos han dirigido a consumir im�genes sobre Libia. Todo un circo. En el plantel, el payaso africano que instalaba haimas en Roma, Madrid y Par�s ha sido vetado. Dicen que bombarde� a cientos de civiles. Ni una sola imagen. En su lugar, el enano saltar�n Sarkozy, el hombre forzudo Cameron y el contorsionista Obama -y Nobel de la Paz, que conste- nominan a algunos como �rebeldes de Bengasi� para conformar as� la Liga James Dean: los �rebeldes con causa�... de petr�leo.
De nuevo han sido los Tomahawk el medio utilizado. �Cu�l el mensaje? Seg�n Zapatero, la libertad de los libios. El mismo cinismo que esconde el nombre indio de los misiles. Otra paradoja que, adem�s, muestra la actualidad en el espejo japon�s. Los indios a los que EEUU masacr� en Little Big Horn, en la actual Dakota del Sur, primero lo fueron, adem�s de por sus tierras, por el zink y ricos minerales hallados en el monte sagrado de los amerindios. Y, en 1975, por uranio. Un mineral por el que han muerto miles de indios. Y ahora emplean su lengua para dar nombre a unos misiles; al medio, al mensaje.