Una concentración ante la central de Garoña exigirá el domingo su cierre «inmediato»
GARA | BILBO
Ecologistas y grupos antinucleares de Euskal Herria, Burgos, La Rioja y Zaragoza participarán el domingo en una concentración a las puertas de la central nuclear de Santa María de Garoña para pedir su cierre inmediato.
Durante el acto, que comenzará a las 12.00 y está convocado por la Coordinadora contra Garoña, se realizará una representación simbólica relacionada con los riesgos de la energía nuclear y el accidente de Fukushima, y se leerán varios comunicados. Esta movilización será una de las que se desarrollarán estos días frente a las instalaciones nucleares españolas con motivo del aniversario del accidente de Three Mile Island, en Harrisburg, ocurrido el 28 de marzo de 1979.
En la concentración ante Garoña, la Coordinadora exigirá el cierre inmediato de esta central, que es la más antigua del Estado español, y mostrará su solidaridad con las víctimas tanto del reciente desastre natural provocado en Japón por el terremoto y el tsunami como de la catástrofe de Fukushima.
En un comunicado difundido por Ecologistak Martxan, se considera el cierre de Garoña «especialmente necesario y urgente», «una de las lecciones» que en su opinión deben aprenderse del accidente de Fukushima, que utiliza la misma tecnología y es de la misma época que Garoña.
Recuerdan que el primer reactor afectado en Fukushima, el número 1, es de igual tecnología (BWM o agua en ebullición), similar potencia (460 Mw) y similar edad (conectado en 1971) que el reactor de Santa María de Garoña. Se señala que la empresa propietaria de Garoña -Nuclenor- consideraba la central nipona como «hermana» de la burgalesa, hasta el punto de que técnicos japoneses la visitaron en junio.
Ayer, en Bilbo, Berdeak también exigió a Madrid la clausura inmediata de Garoña. El partido ecologista lo hizo entregando en el registro de la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia una petición formal.
Florent Marcellesi, candidato a la Alcaldía bilbaina, afirmó que «sería una irresponsabilidad prolongar por más tiempo» la actividad de la planta e indicó a los opositores a la central que tienen que «hacer mucha presión para lograr su cierre».