El sindicalismo que lucha se cita en Madrid
Madrid será el escenario de la siguiente movilización de la mayoría sindical vasca. ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru anunciaron ayer una manifestación el 5 de abril «por el derecho a decidir nuestras condiciones laborales y sociales» y contra las reformas de pensiones y de negociación colectiva. Convocaron a una movilización sindical de clara dimensión política, en la que también participarán el sindicato gallego CIG, la Confederación Sindical Catalana y la Intersindical Canaria. Y lo hicieron en un contexto donde el proceso de involución y recentralización del Estado español no conoce descanso y la narrativa liberal ha encontrado una escusa perfecta para, aprovechándose de las incertidumbres y los niveles de alarma social que la crisis y la masiva destrucción de empleo han generado, imponer su agenda. Madrid será testigo de un sindicalismo distinto al oficial y en nómina que simbolizan UGT y CCOO. Pero la cita también tendrá el significado político que representan unas naciones sin estado que reclaman ser sujetos de derecho y dueños de sus destinos.
La reforma de la negociación colectiva es un ataque a los salarios del pueblo trabajador vasco, a la mayoría sindical vasca -que correría el riesgo de convertirse cada día más inoperativa e irrelevante-, y al conjunto de Euskal Herria -por hacer inviable un marco propio de relaciones laborales y protección social-. Pero no basta con decir que el marco actual está agotado, o advertir de los peligros de las reformas. Sobre todo, toca hacer. Proponer alternativas, construir fuerza social y movilizarla para organizar un proyecto socialista y abertzale con vocación de poder.
El Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social es una reivindicación fundamental y debe ocupar el carril central de ese proyecto político de convicciones socialistas, aspiraciones nacionales y mentalidad ganadora. Como clase trabajadora y como país hay mucho en juego. Los sindicatos han dado la señal y marcan el camino. La política vasca debe apoyarlos y estar a su altura.