Euskaltel Euskadi recorrió ayer el tramo final de la primera etapa de la Euskal Herriko Itzulia, con el ascenso, a tres kilómetros de la meta de Zumarraga, a la Ermita de La Antigua por una pista recién asfaltada de poco más de un kilómetro y rampas de hasta el 22%. Samuel Sánchez espera que no haya diferencias entre los favoritos a pesar de la espectacularidad de la subida.

En opinión del asturiano, «es coronar y a tres kilómetros llegas y no creo que haya descartes. La etapa de Arrate es la que más va a decidir junto a la crono, que es muy exigente, con 22 kilómetros y dos altos que marcarán diferencias. La emoción estará hasta el final».

Su director Igor González de Galdeano compartía la opinión del asturiano, pero apuntaba que si llueve pueden decidir más las bajadas que las subidas en las etapas previas a las claves de Arrate y Zalla. Eligió la de Zumarraga para supervisarla porque «el resto las conocemos y el primer día suele haber sorpresas. En esta etapa, si sale un tiempo bueno, las diferencias serán pequeñas, aunque el desgaste resultará grande porque es una jornada de 150 kilómetros y dura. Y si unimos a que puede hacer mal tiempo, la etapa puede decidir mucho».

Para inspeccionarla, Igor González de Galdeano citó a diez ciclistas: Samuel, Velasco, Oroz, Egoi, Txurruka, Urtasun, Verdugo, Isasi, Gorka Izagirre y Castroviejo. Es probable que los ocho primeros formen el equipo en la ronda vasca porque Sicard, que era uno de los fijos, ha tenido que variar su preparación por una tendinitis y en el primer día de la Volta llegó a más de 13 minutos: «Tiene problemas y no le vamos a llevar por llevar. Falta mucha temporada», explica Igor.

Gorka Izagirre y Castroviejo figuran como reservas por el gran nivel que han mostrado en París Niza y Tirreno, aunque en principio no correrían la Euskal Herriko Itzulia salvo que sea necesario porque su director quiere que lleguen frescos al Giro.

«Muy parecida a la que gané»

Los diez ciclistas salieron de Beasain para ir a Zumarraga y recorrer los últimos 75 kilómetros de la etapa y subir Elosua, Aztiria, Barbaris, Gabiria y el repecho de la ermita de La Antigua. Un final a la italiana que agradece Samuel: «Es una etapa muy parecida a la que gané en Segura en 2006, rompepiernas, exigente y con una llegada espectacular. Vimos en Tirreno que funciona esta fórmula de hacer finales atractivos y será bonito para nosotros y para el espectador, que es lo que pide y necesita para ir a las cunetas y ver la carrera por televisión. Todas las etapas tienen su cosa, incluso la última crono, que es espectacular en mi zona, que conozco al milímetro y a la que espero llegar con todas las opciones».

Samuel lleva una gran progresión en Andalucía y París Niza y este fin de semana correrá el Criterium Internacional para ultimar su estado de forma de cara a una Euskal Herriko Itzulia en la que desea lograr la victoria final para quitarse «una espinita que tengo clavada. Tengo cinco victorias de etapa, tres podios y un día me gustaría lucir el amarillo final, aunque es complicado. Esta carrera no la gana un desconocido, ni nadie por casualidad. Con un final en alto, una crono exigente y llegadas con subida y meta, debe ganar un ciclista en forma».

Igor González de Galdeano confía en Samuel y no se plantea jugar una segunda baza: «Tampoco el año pasado teníamos una segunda opción, aunque la sorpresa fue que Beñat Intxausti hizo una gran vuelta. Este año nuestra primera y única opción es Samuel y por él nos sacrificaremos. Él y el equipo llegan muy bien. Hemos hecho el mejor inicio. No por número de victorias, pero si Samuel hubiera ganado las dos etapas en París Niza -fue 2º- hablaríamos de un inicio muy bueno».