El chileno Matías Bize es la punta de lanza del nuevo cine independiente que se hace en Sudamérica. Su influencia renovadora empezó con su ópera prima «Sábado, una película en tiempo real», realizada en el 2003 con tan sólo 23 años de edad, y por la que recibió el Premio Fassbinder en el Festival de Mannheim. Con su segundo largometraje, «En la cama», se llevó todos los premios internacionales imaginables en 2005, incluida la Espiga de Oro en la Seminci. Esta pieza experimental con dos únicos personajes desnudándose ante la cámara impresionó a Julio Medem, que fracasó en su intento de hacer un remake en inglés titulado «Room in Rome».

Bize ha dirigido después las menos conocidas «Juego de verano» y «Lo bueno de llorar», hasta que ha vuelto a ser noticia de la mano de «La vida de los peces», logrando un Goya.

«La vida de los peces» transcurre en un espacio casi tan reducido como el de «En la cama». La cámara se mueve pausadamente por el interior de una casa, recorriendo sus pasillos y habitaciones. En cada una de ellas el joven protagonista se reencuentra con algún conocido y establece un diálogo con el pasado, después de diez años de ausencia. Santiago Cabrera interpreta a este emigrante chileno establecido en Alemania, donde trabaja elaborando guías turísticas. Ha regresado a su país para cerrar cuestiones hereditarias y administrativas, aunque con el tiempo suficiente para visitar a los viejos amigos y a la mujer de la que se enamoró.