E n la política española pervive una tradición cainita que no conoce descanso ni cuando de asuntos trascendentales se trata. Y la prensa es un buen reflejo de ello.

Ahora, a cuenta de las «actas de ETA», el llamado «caso Faisán» y todo lo que le acompaña, se han lanzado a degüello contra Zapatero quienes ya le tenían ganas.

Ayer, en «El Mundo», Isabel San Sebastián ponía al todavía presidente español como chupa de dómine y no ahorraba calificativos: «Zapatero ha demostrado ser un perfecto incompetente»; «nos ha conducido a la ruina»; «uno de los peores azotes que han sufrido los españoles de manos de sus gobernantes». Y todo en ese plan.

Pero no se conformaba Isabel con ponerle verde. Había mucho más: «Lo más oscuro de su mandato, lo auténticamente ominoso, es su desconocimiento de lo que significa la palabra honor. Su traición a los principios elementales que han de inspirar la conducta de cualquier persona bien nacida y, con mayor motivo, de un dirigente político».

Se preguntarán por qué tanto castigo. Pues Isabel lo tiene claro: «arrodillarse ante ETA». ¡Qué fuerte!

Y a partir de ahí, la columnista de Pedro J. Ramírez pide la defenestración del todavía presidente por una larga lista de cargos que enumera: «por su cobardía; por sus embustes; por permitir u ordenar, emborrachado de delirios de paz, que el Ministerio del Interior se chivara a los etarras; por ponerse y ponernos a su altura al hablar con ellos de política; por ocultar las cartas de extorsión que recibían los amenazados; por pedir perdón a una cuadrilla de criminales; por descalificar a las víctimas ante sus verdugos; por dejar a ciertos jueces y periodistas con una diana en la frente». Si ésta le juzga, yo creo que Gadafi tiene mejor futuro que ZP.

Pero, por si acaso, Isabel mira al futuro: «Lo peor de su legado es Rubalcaba, el elegido para blindar y encubrir la negociación de la vergüenza con los asesinos, hoy sucesor in pectore encargado de seguir tapando, negando la evidencia, riéndose de la democracia, improvisando bromitas en lugar de dar respuestas. El zorro metido a guardián de las gallinas». Ya ven como se las gastan.