El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, anunció ayer la disolución del Parlamento y una convocatoria anticipada de elecciones legislativas, que se celebrará el próximo 5 de junio, para resolver la crisis política abierta la semana pasada con la dimisión del primer ministro, el socialista José Sócrates, que no logró el apoyo del Parlamento al programa de austeridad presentado por su Gobierno minoritario.

Cavaco Silva aceptó ayer su dimisión y, en un discurso muy duro, destacó que el Consejo de Estado, con el que se reunió durante tres horas, votó «por unanimidad» la disolución del Parlamento.

De acuerdo con la Constitución de Portugal, el jefe de Estado debía consultar a todos los partidos representados en la Asamblea, y todos le expresaron su apoyo a la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.

«Degradación política»

El presidente portugués justificó la convocatoria de elecciones anticipadas, tras la dimisión del primer ministro, por la «degradación de la situación política nacional», e hizo hincapié en que sólo la participación en los comicios permitirá generar condiciones de «gobernabilidad».

En este sentido, recordó a los partidos que en el «momento más crítico para la vida del país» desde el 25 de abril de 1974 (Revolución de los Claveles) se exigen amplios acuerdos de gobierno tras las legislativas. «Vivimos en una situación extremadamente grave en las cuentas públicas, las cuentas externas, la deuda externa y la financiación del Estado», afirmó el jefe del Estado luso.

El mismo día en que el Gobierno, por boca de ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, admitió no tener «legitimidad» para negociar los términos de un plan de rescate con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Cavaco Silva indicó que eso «no le impide tomar las medidas necesarias para salvaguardar los intereses nacionales y la financiación de nuestro país».

El presidente pidió, asimismo, una campaña «sobria, constructiva y esclarecedora» y subrayó que «nadie debería hacer promesas que no puede cumplir. No es tiempo de ilusiones o utopías ilusorias».