OLASO
Teatro
El fiscal general del Estado (español) se ufana de la pírrica victoria alcanzada en el Tribunal Supremo y, a sabiendas de que el fracaso está asegurado en una u otra instancia, mira a otro lado y amenaza. Ahora regresa por donde solía y habla de gente contaminada que puede provocar la ilegalización de listas correspondientes a partidos legales. El fondo del argumento es tan nazi como el antisemitismo de los seguidores de Hitler. Aunque lo vista con toga.