La solución política debe abrirse paso en Libia
Los ministros de Asuntos Exteriores de China y Alemania, países que se han opuesto desde el inicio a la intervención militar en Libia, han reclamado una solución política a la crisis desatada en aquel país, cada vez más enmarañada, sin posibilidad de solución a corto plazo y que, día tras día, causa decenas muertos entre la sociedad civil, como sucedió ayer mismo en la localidad de Brega por un bombardeo aéreo de la coalición occidental contra el coronel Gadafi.
La declaración realizada por estos dos países, con un fuerte peso en la comunidad internacional, es contundente, y descarta que pueda llegar ninguna solución por medios militares.
La posición política que en esta materia mantienen China y Alemania, que han constituido una especie de frente común contra la intervención militar, puede ejercer de contrapeso frente a la postura abiertamente militarista de Reino Unido, Estado francés y Estados Unidos, teóricamente más reticente pero atado por sus compromisos externos e internos, y puede ser un polo de atracción diplomática para aquellos países que no comulgan con los bombardeos.
Si aparcan la estrategia de «dejar hacer» mantenida hasta ahora y se oponen abiertamente a la intervención, el derramamiento de sangre en Libia podría dar paso a un nuevo escenario de soluciones políticas.