El catedrático de Álgebra y actual rector, Julio Lafuente López, y el catedrático de Derecho Mercantil y aspirante al Rectorado, Rafael Lara González, emprendieron ayer sus respectivas campañas electorales de cara al 14 de abril, cuando los distintos estamentos que componen la universidad pública navarra tendrán la posibilidad de depositar su voto para elegir al nuevo rector.

De cara a atraer a este proceso al alumnado, ambos candidatos proponen restaurar para los estudiantes de grado la convocatoria extraordinaria de exámenes, algo que siguen teniendo los matriculados en las carreras del plan antiguo. Ello supondría, en el caso de Lafuente, reconsiderar una decisión anterior, por cierto muy contestada.

Los suspendidos en el programa de Bolonia tienen que volver a matricularse en la asignatura no superada, volver a cursarla en el siguiente semestre y, de nuevo, acudir al examen.

Esta decisión ha creado una gran malestar entre los alumnos, que han protagonizado diferentes protestas -como una concentración que efectuaron el jueves ante el Rectorado-, que ha obligado a la candidatura de Lafuente a reconsiderar la eliminación, aunque niegan que el motivo sean las elecciones.

Quien aspira a la reelección asegura que sigue manteniendo los principios que le llevaron al cargo hace cuatro años: «Entonces planteé motivaciones y principios que ahora están sometidos a contraste, y acciones a emprender de las que debo rendir cuentas. Y aunque la situación no es la misma, yo sigo manteniendo los mismos principios», comenta en su blog Julio Lafuente bajo el epígrafe ``Comprometido con la Universidad Pública''. «El diálogo abierto, sin favoritismos ni exclusiones clientelistas, va a seguir primando en mi actuación. Contra eso, reitero -añade- mi compromiso con el rigor, la transparencia y la verdad contrastable, en un clima de seguridad jurídica». Lafuente, de 59 años, cree en «una universidad orgullosa de su carácter público».

En cuando a su contrincante, Rafael Lara, cuya candidatura ha elegido el lema ``Demos un nuevo impulso'', asegura que «espera acoger la mayor parte posible de los intereses e inquietudes de todos cuantos formamos la comunidad universitaria, en el marco de la incesante búsqueda de la calidad y la excelencia académica».

«Nos encontramos en un tiempo de continuos cambios del modelo de la enseñanza superior. Nuestra Universidad puede desempeñar, como lo ha hecho y lo sigue haciendo, un importante papel aportando su experiencia y compromiso con la innovación, la calidad y el servicio público», señala en su programa ente dosis reformistas y continuistas. «Creo profundamente en este proyecto y en todas las personas que han integrado la Universidad Pública de Navarra desde su creación. Ellas son las artífices de la realidad que es la universidad navarra y pública», enfatiza.