Repersentantes de la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru) se concentraron ayer al mediodía en la calle Correría de Gasteiz para protestar por la hasta ahora última muerte laboral en Euskal Herria, acaecida el martes en ese mismo lugar cuando un operario perdió la vida al inhalar monóxido de carbono.

Jesús Mari G.S., de 51 años de edad y empleado de Construcciones Díaz de Otalora, falleció intoxicado por el gas que producía el grupo electrógeno que utilizaba para limpiar el suelo de una lonja en el número 32 de la calle Correría, situada en el Casco Viejo de la capital alavesa.

Los sindicatos recordaron que ya son dieciséis las muertes acaecidas en los tres primeros meses de este año y denunciaron que los accidentes mortales «parecen crecer en paralelo a la dejación de la administración y los empresarios por evitar esta continua sangría. La falta de medidas contundentes, la inmunidad absoluta de los empresarios, unido a una política de explotación neo-liberal sólo puede producir muerte y miseria».

Las centrales instaron a la clase trabajadora a mostrar «tolerancia cero» con los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo. «Debemos impulsar y acompañar el cambio de modelo, un cambio político, económico y social en el que nuestro derecho a la salud sea una realidad y no una utopía». Un cambio que «no nos lo van a regalar» y que llegará, a su juicio, mediante el «compromiso» personal de cada trabajador.