Liga Asobal
La vida en sesenta minutos
El Arrate se juega buena parte de sus opciones de permanencia ante el Toledo, su inmediato perseguidor
A.U. LASAGABASTER
Los nuevos rectores del Arrate pelean en los despachos por la supervivencia de la entidad, pero no es menos dura ni trascendente la guerra en la que está metida el equipo albiazul. Su principal batalla se disputa hoy en Toledo (18.00).
Es el partido del año para ambos equipos. Algo más para los anfitriones, no en vano llegan a esta cita en puestos de descenso, aunque sólo sea con dos puntos menos que el cuadro eibarrés, y con el resultado de la primera vuelta en contra.
Tampoco es que el ajustadísimo triunfo con el que concluyó aquel choque de Ipurua (29-28) ofrezca un margen demasiado amplio al Arrate, pero es evidente que una derrota dejaría totalmente condenados a los manchegos -cuatro puntos por debajo y golaverage en contra, con un calendario prácticamente idéntico al de su rival en las seis últimas jornadas- y sólo «casi totalmente» al cuadro albiazul. Así que Julián Ruiz y sus hombres viajaron ayer apostando por el vaso medio lleno.
Vital para unos, final para otros
Además de la mínima ventaja que les concede la situación, el Arrate también pretende restarse presión ante una cita en la que habrá de sobra. Y mientras en Eibar se habla de «partido importantísimo» o incluso «vital», en Toledo lo tildan directamente de «final en toda regla.
Es como si se tratara de la final de un Mundial», aseguraba Milos Pesic. «La semana más crucial de la historia reciente del Toledo Balonmano», se destaca desde el propio club, que ha tratado de todas las maneras posibles de que su equipo se sienta arropado esta tarde.
Para conseguirlo han pedido mensajes de ánimo a sus aficionados, con los que la plantilla ha empapelado el vestuario, y quieren que acudan al pabellón con los colores del equipo y «pertrechados de instrumentos que generen ruido», para convertirlo «en una olla a presión que atenazaría a cualquier contrincante». Pasando por los precios populares de las entradas, prácticamente agotadas.
El resultado es que el Municipal Javier Lozano se convertirá en una pequeña bombonera. Y las consecuencias deberán afrontarlas una pareja arbitral -a la que siempre hay que prestar atención- y el propio Arrate.
Julián Ruiz reconoce que no tienen por qué ser necesariamente negativas, «porque hay jugadores que se crecen en esos ambientes». Pero también los hay que se «apocan», sobre todo a expensas de lo que vaya reflejando el marcador.
La experiencia suele ser uno de los factores a tener en cuenta en esas circunstancias y, a ese respecto, el Arrate no está como para tirar cohetes. Con Redei, Berrios y Tamas Szabo descartados, y Sergio Cid entre algodones -el extremo forma parte de la expedición pese a las molestias que sufre en la espalda-, al técnico albiazul le toca volver a echar mano de la chavalería.
Los juveniles Eneko Garetxana y Aitor Telletxea y el filial Asier Larrañaga repiten tras la experiencia de Valladolid, donde tuvieron minutos y llegaron a ver puerta con un gol por cabeza, uniéndose a los habituales Jon Alzaga e Iker Romero.
Su entrenador reconoce que no es cuestión de cargar responsabilidad a los jóvenes, pero el estado de las cosas les obliga a ponerlo todo de su parte, tanto como al resto. Un examen de selectividad en toda regla.
Con Rafa Guijosa en el banquillo
Una situación bien diferente a la del Toledo, que no se parecerá demasiado al que pasó por Ipurua, aunque su media docena de refuerzos no procede de las categorías inferiores. Ni su nuevo entrenador -«director técnico» por decirlo de manera oficial- Rafa Guijosa, procedente del Alcobendas, que debutó la semana pasada con derrota en Torrevieja, pero cuya mano ya percibe Julián Ruiz en el juego toledano.
Tampoco importa demasiado. El técnico cántabro es el primero en asegurar que, a estas alturas, no cabe obsesionarse por los refuerzos del rival, la presión, la situación económica -la plantilla ha recibido algún dinero esta semana- o la calculadora. «Lo que importa es tener la cabeza en el partido». Y ganarlo.