El lobby nuclear alemán deja atrás su silencio para pasar al contraataque
GARA | BERLÍN
Los lobbies del sector nuclear en Alemania salieron de su sorprendente silencio y contraatacaron llevan ante la Justicia la decisión de cerrar los reactores atómicos más viejos del país, anunciada por la canciller Angela Merkel tras el accidente de la planta japonesa de Fukushima.
El número dos del sector, RWE, considerado el más ferviente defensor de la energía atómica en Alemania, anunció ayer que ha presentado un recurso judicial contra el cierre forzado de uno de sus reactores. «Las centrales nucleares alemanas cumplen las condiciones en vigor. Falta un fundamento jurídico para su cierre», afirmó el grupo.
El Gobierno alemán ordenó dos semanas atrás el cierre durante al menos tres meses de los siete reactores más viejos del país para un examen en profundidad de su seguridad.
Ataque indirecto
El líder de la energía EON, cuyos dos reactores están concernidos por la decisión de Berlín, resolvió no presentar un recurso judicial en forma directa y, según la prensa, podría atacar al Ejecutivo en otro aspecto: la entrada en vigor en enero de un impuesto sobre el combustible nuclear. Este impuesto está considerado una compensación a los industriales en contrapartida por la prolongación en doce años de la vida de 17 reactores nucleares, acordada el año pasado por la coalición entre conservadores y liberales encabezada por Angela Merkel.
Pero en estos momentos no es seguro que esa prolongación se lleve a cabo y, por otra parte, varios medios han mencionado la probabilidad de que las centrales nucleares cerradas no serán autorizadas a volver a abrir sus puertas.