Martín Lasarte compareció ante la prensa ayer muy positivo. Hay una máxima en el fútbol que indica que un equipo juega como se entrena y el técnico uruguayo repitió varias veces su satisfacción por la forma en la que se han ejercitado esta semana sus jugadores ante el partido más importante de todos los disputados esta temporada.

Volvió a considerar una ventaja el parón liguero de la semana pasada para recuperar a los jugadores tocados y un alivio que se juegue el partido mañana con el margen deseado para el aterrizaje de Bravo y Griezmann y sin alargar siete días más la espera por la huelga fracasada.

Lasarte además se ha esforzado desde el lunes en mentalizar a sus jugadores de que se iba a jugar mañana y la respuesta de los suyos le ha dejado muy satisfecho: «Tengo buenas sensaciones. Ha sido una buenísima semana de trabajo, los últimos cuatro entrenamientos han sido de los mejores de la temporada, de muchísima intensidad, con un ambiente muy bueno, y con mucha entrega y trabajo de los jugadores. Eso abre la sensación de poner tierra con lo anterior».

Esta semana no se ha hablado demasiado de la trascendencia del partido con el Hércules, pero lo tiene claro: «Es importante para que Anoeta siga siendo un terreno complicado para los visitantes y también por los puntos que necesitamos para resolver el objetivo con tranquilidad y para cerrar un ciclo. Todos los partidos son importantes, pero éste va a ser especial».

«En deuda con la gente»

Por ello, espera que Anoeta sea consciente de que se juega mucho su equipo mañana: «Queremos que la gente nos acompañe y que el equipo se entregue porque se encuentra en deuda con la gente ya que últimamente no le hemos dado alegrías».

Para ello Lasarte se marcó el objetivo de mejorar en defensa en uno de los mayores defectos de una zaga que recula demasiado: «Es un error que hemos cometido y que se ha agrandado. Debemos intentar que el equipo esté más cerca, que defienda más lejos de nuestra portería. No irse tan atrás tan rápidamente si el equipo está ordenado».

Para corregir ese defecto no podrá contar con Demidov, que ya está muy recuperado y a partir del lunes se empezará a entrenar con normalidad con sus compañeros. Lasarte da por seguro que estará a su disposición contra el Atlético. El noruego será la única baja mañana junto a la de Joseba Llorente, con el que el técnico uruguayo se mostró menos optimista que cuando empezó su tratamiento.

Entonces se mostró seguro de que iba a jugar esta temporada y ayer manifestó que «quedan nueve partidos y todavía pienso que puede llegar a participar. Lo más complicado será, cuando supere sus dolencias, su rotura en el aspecto físico. Pero para echar una mano en algún partido, creo que puede hacerlo».

Ifrán no está para 90 minutos

Tampoco ve a Ifrán a un buen nivel físico y llegó a decir que es difícil que esta temporada dispute un encuentro completo: «Puede jugar un tiempo o sesenta minutos, pero es un jugador en el que la faceta física es muy importante porque es explosivo y necesita estar físicamente fuerte. Pero más allá que eso, para él ha sido una sensación positiva ver que está mucho más cerca del jugador que sabemos que es y que sus compañeros lo vean así».

El de mañana será un partido especial para Lasarte porque se enfrentará a Djukic, un viejo compañero al que sólo dirigió elogios: «Tengo un recuerdo buenísimo como compañero y jugador, fue extraordinario. Como entrenador intentará repetir cosas que le dieron éxito como deportista. Con él, el Hércules será un equipo difícil, duro, que intentará jugar muy ordenado».

No espera un rival que mañana venga a buscar un punto que no le vale de mucho y vaticinó un duelo abierto: «Nosotros tenemos que ganar porque en los últimos partidos de Anoeta ante el Levante y el Málaga no conseguimos los puntos de la tranquilidad. Para los que están más atrás la situación es más complicada aún y no espero un rival que venga a defenderse».