Las bolsas suben pese a los conflictos y a los estados del «furgón de cola»
Las bolsas han superado con nota los duros embates propinados por las revueltas en los países árabes, el terremoto de Japón y las incertidumbres que rodean a los estados periféricos europeos por sus problemas de deuda. Hasta el 1 de abril, el Ibex suma un 8,83% y es el líder de las ganancias europeas. Por su parte, el CAC 40 sube un 6,57%. De cara al resto del año, las expectativas son buenas para la renta variable, dado que se espera una leve mejoría de la economía.
Alberto CASTRO | BILBO
Las dificultades en los tres primeros meses del ejercicio han sido notables. Los inversores han debido valorar, además de las circunstancias propias de la evolución económica, fenómenos paralelos imprevistos de enorme trascendencia como las revueltas en los países árabes o el terremoto de Japón.
El principal escollo de las bolsas se ha concentrado este último trimestre en la regeneración del sistema financiero y la debilidad de los estados periféricos europeos, que se encuentran sumidos en una grave crisis de deuda difícil de superar sin ayudas externas. De este modo, las últimas acciones dentro de la Unión Europea, centradas en el recorte de derechos sociales y la puesta en marcha de los llamados planes de austeridad, tratan de frenar el deterioro de la economía global. En concreto, el «Pacto por el Euro» aprobado el 11 de marzo por el Consejo Europeo dice perseguir el impulso de la competitividad, la creación de empleo, la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad financiera.
No obstante, a día de hoy, sigue presente la incógnita sobre el futuro de Portugal, dados los elevados intereses de colocación de su deuda, la inestabilidad política tras la dimisión del primer ministro José Sócrates, el recorte de sus previsiones del PIB y déficits mayores de los anunciados previamente. El último hachazo a su credibilidad llegó con la rebaja de calificación hasta BBB-, escalón previo al nivel de los «bonos basura», por parte de S&P. Según algunas previsiones, necesitaría una inyección de hasta 75.000 millones de euros. Por tanto, tras los colapsos de Grecia e Irlanda, se espera el de Portugal, lo que dejaría al Estado español como el siguiente de esa hipotética lista de estados consumidos por sus problemas de financiación, elevado déficit y nulo crecimiento.
La mayoría de expertos piensa, hasta la fecha, que hay una notable distancia entre ambas realidades económicas y que el Estado español, el siguiente de la nómina, se postula como una línea roja para la propia supervivencia de la eurozona.
Ritmo de recuperación
El otro nubarrón para la economía europea es el ritmo de recuperación. Este proceso, según todos los expertos, tiene, al menos, dos velocidades. De un lado, los estados fuertes, especialmente Alemania y el Estado francés; y de otro, los que todavía presentan crecimientos negativos o escasos, amplios niveles de desempleo y deudas exageradas para su nivel de credibilidad. Así, el Estado español crecerá este año un 0,8%, según el Banco de España, mientras que el FMI prevé dos décimas menos. El Gobierno español tira por lo alto y lo eleva hasta el 1,3%. En Portugal, se espera una contracción del 1,4%, según el Banco de Portugal. Los expertos creen que es inviable la generación de empleo si no se crece al 2%. Por el contrario, las diferentes proyecciones hechas sobre el Estado francés fijan un crecimiento cercano al 2%, nivel que superará ampliamente Alemania, según la mayoría de los pronósticos. En Estados Unidos, el Gobierno prevé un aumento del 2,7%.
Y la situación podría ser aún más complicada en los próximos meses para los estados europeos del «furgón de cola», ya que en marzo arreciaron opiniones y declaraciones, como las del propio presidente del BCE, Jean Claude Trichet, en las que se abogaba por una elevación de los tipos de interés ante el aumento del IPC de los últimos meses. En concreto, la inflación en marzo en la eurozona, según el dato adelantado de Eurostat, subió hasta el 2,6% en tasa interanual. En la actualidad, los tipos de interés se encuentran en el 1%, un nivel fijado en mayo de 2009. Este dinero barato y los continuos esfuerzos del BCE para dar liquidez a los bancos y suavizar la especulación contra las deudas de los estados en apuros han evitado, por el momento, un colapso generalizado.
En Estados Unidos, sin embargo, los focos se han comenzado a colocar de forma nítida en las cuentas empresariales y en los buenos datos macroeconómicos, como la sostenida creación de empleo y la mejoría de la actividad industrial. En esta tarea, la Reserva Federal ha destinado ingentes cantidades de dinero para inyectar liquidez en los mercados y facilitar la financiación de las empresas.
No obstante, las llamadas a la prudencia son continuas desde la propia Reserva Federal, que todavía no da por superado el momento de la crisis, ya que siguen arrastrando problemas en la actividad inmobiliaria y el ritmo de recuperación todavía es lento.
Petróleo, al alza
Esta buena línea, además, podría ponerse en jaque si el precio del petróleo, que ha subido un 23% en el trimestre, se mantiene en los actuales niveles por mucho tiempo o si prosigue con su marcha alcista alentado por los problemas en los países árabes. En este sentido, tanto Estados Unidos como Europa se tientan la ropa ante esa posibilidad, que llevaría inevitablemente a elevar los tipos de interés. Este movimiento, que se da por seguro en este lado del Atlántico a muy corto plazo, bien podría repetirse este mismo año en Estados Unidos, donde el precio del dinero se encuentra en la franja del 0% y 0,25%.
Las bolsas, en positivo
Todas las dificultades encontradas en los tres primeros meses del ejercicio no han amilanado a los inversores y los índices lo han certificado con avances generalizados. Hasta el 1 de abril, el Ibex logra una subida anual del 8,83%. Por detrás se quedan los balances positivos del CAC 40 (+6,57%), Dax (+3,84%) y FTSE 100 (+1,86%). Llama la atención, por otra parte, la contenida incidencia del terremoto en el índice Nikkei, que cede sólo un 5%. En Nueva York las alzas rondan el 5% para sus tres índices principales.
De cara al resto del año las expectativas son buenas para la renta variable, dado que se espera una leve mejoría de la economía. Esta confianza se expresa, por otro lado, en el aumento del 8% en el volumen negociado respecto al mismo periodo de 2010. De enero a marzo se intercambiaron 246.977 millones de euros en acciones.
Además, los inversores no olvidan que en 2010, en un escenario de recesión, las empresas que forman el Ibex establecieron una cifra récord con 51.636,99 millones de euros de beneficios.
El desastre nuclear de Fukushima ha hecho girar los ojos hacia las energías renovables. Las firmas del sector presentes en el Ibex se han colocado bajo este paraguas y han liderado los avances en marzo. Este mes, Abengoa, Gamesa, Iberdrola Renovables y Acciona se han apuntado entre un 15% y un 9%. No obstante, el mejor valor del año es Sacyr, que sube un 74,17%, seguido de Acciona (+45,70%) y Gamesa (+29,84%). Los bancos, por su parte, casi han copado toda la atención de los inversores en el trimestre debido a los problemas de deuda de los estados periféricos y la reestructuración del sector financiero. Pese a los recortes de marzo, BBVA y Santander registran subidas anuales del 14,07% y 6,08%, respectivamente.
Tras la sesión de ayer, tan sólo sufren pérdidas anuales Técnicas Reunidas, Amadeus, ArcelorMittal, ACS y Telecinco. En París, los mejores son Alcatel-Lucent (+89,04%) y Crédit Agricole (+24,74%), mientras que ArcelorMittal (-10,24%) es el peor. A.C.
Tras los colapsos de Grecia e Irlanda, se espera el de Portugal, lo que dejaría al Estado español como el siguiente de la lista que, no obstante, se postula como una línea roja para la propia supervivencia de la eurozona.
Todas las dificultades encontradas en los tres primeros meses del ejercicio no han amilanado a los inversores y los índices de los principales mercados lo han certificado con avances generalizados.