No hay otra fórmula sino la que permitió abrir brecha en la ida: defensa impermeable y control mental. Y en ambos aspectos Itxako deberá estar impecable si quiere salir vivo del Magvassy Mihály Sportcsarnok -Canal 6, 17.30- porque el ambiente infernal que le espera en el pabellón húngaro le va a obligar a redoblar esfuerzos en tal sentido.

De hecho, el nivel de las amarillas deberá ser máximo no sólo por la exigencia de la eliminatoria, sino porque la hostili- dad de la grada podría influir de manera negativa para los intereses lizartarras en la pareja arbitral, compuesta por los eslovenos Nenad Krstic y Peter Ljubic, quienes, sin embargo, dejaron un grato recuerdo en la parroquia amarilla, pues pitaron la ida de la final de EHF en Lizarreria, en la que las locales ganaron 27-19 al Leipzig alemán.

El Györ ya dio muestras de la calidad que atesora durante casi toda la primera parte disputada en Lizarreria, por lo que el empeño de las de Ambros Martín debe ser evitar que las anfitrionas dispongan de cualquier atisbo de reacción y remontada. Jugar pensando en el margen de renta de cinco goles de la ida sería la peor señal posible y las amarillas deben encarar el choque como si necesitasen la victoria para alcanzar la gran final.

Sólo con esa mentalidad y la pizca de suerte necesaria para saber acertar en los momentos claves se podrá alcanzar un éxito sin precedentes a la segunda oportunidad de intentarlo. Para hacerse una idea del mérito no hay sino mirar en el espejo del rival, que lleva intentando hacerse con la máxima competición continental desde hace, por lo menos, cuatro ediciones.

Un descarte

Casi tantas como Itxako buscando ganar en la pista de las magiares. La estadística en ese sentido no es buena, ya que siem- pre se ha perdido allí, la primera en la competición de la EHF en la 2003-04 y el año pasado en la primera fase de la Champions, donde cayó por la mínima (28-27), un resultado que las lizartarras no dudarían en firmar ahora mismo.

Un conjunto, el navarro, que llega en plenitud de facultades y al que habrá que ver hasta qué punto le afecta el pesado viaje que realizó el viernes y la poca preparación -apenas dos entrenamientos- de la que ha dispuesto Ambros Martín para afrontar este decisivo choque. En todo caso, la buena noticia para el técnico de Arrecife es que podrá disponer de todo su arsenal y se verá obligado a hacer un descarte, tal y como ocurrió en el encuentro de ida de hace una semana cuando la damnificada por tal situación fue Jessica Alonso.

Todo hará falta para superar el mayor test al que hasta el momento debe hacer frente un Itxako que confía en que esa importancia se traslade a las próximas semanas.