En las orillas del enorme lago todavía helado de Mistissini -a 1.000 kilómetros al norte de Montreal, el hielo no se derrite hasta junio-, Romeo Saganash departe con sus votantes en la localidad india del mismo nombre. Pero cuando arrancó la campaña electoral, el apoyo natural de los locales a este jurista, figura en alza de la nación crie, corrían un riesgo: el inicio de la caza del ganso salvaje, que se abre hoy, justo en la víspera de las elecciones.

Para muchos cries, poco versados en política, la elección era clara. «En las comunidades se siente ya la efervescencia, se preparan las barcas y las armas», explica el candidato, esbelto a sus 49 años de edad y a quien las gafas y los cabellos negros que le bajan hasta la nuca dan un aspecto de universitario.

Felizmente para él, la comisión electoral autorizó el voto anticipado antes de lo que los cries, mayoritariamente anglófonos, denominan como la goose break (vacaciones del ganso).

«Es muy importante que uno de los nuestros sea candidato y estoy contento de tenerle aquí», señala Noah Coonishish, miembro del Consejo de la Nación Crie de Mistissini. «Y espero que muchos cries le voten», añade.

Son alrededor de 18.000 en Quebec. Un peso nada desdeñable en la circunscripción de Abitibi-Baie-James-Nunavic-Eeyou que, con una extensión de una vez y media el Estado francés, no cuenta más que 102.000 habitantes.

Romeo Saganash, director de relaciones con Quebec del Gran Consejo Crie, es conocido más allá del enclave francófono por haber participado en la ONU en la elaboración de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Autóctonos. Se enfrenta en los comicios a cuatro candidatos del Bloc Québécois, del Partido Conservador y del Partido Liberal. Al encontrarse con sus electores, que muestran un semblante impasible que contrasta con su sonrisa, Saganash, perfectamente trilingüe, repite en francés, inglés y sobre todo en crie: «No votéis por mí simplemente porque soy crie, hacedlo porque apoyáis mis posiciones políticas». Y las del Nuevo Partido Democrático (izquierda), al que los sondeos auguran un resultado histórico e inesperado.

En Mistissini, que parece otro mundo con sus paneles en alfabeto crie, sus pick-ups estadounidenses y los edificios comunitarios, Saganash aporta un aire de política internacional.

«Quebec es líder mundial en materia de derechos de los indígenas», recuerda ante el Consejo de la Nación Crie. Prueba de ello es que los habitantes de Nueva Caledonia le han pedido consejo para negociar con la minera canadiense Falconbridge (adquirida en 2006 por la anglosuiza Xstrata).

Ello no le impide abordar problemas locales que necesitan soluciones, como la insuficiencia de viviendas.

El color de la piel

Por descontado que los nativos son claramente minoritarios en la circunscripción electoral a la que se presenta. Y la pregunta es inevitable. ¿El hecho de que sea indígena reduce sus posibilidades, tal y como se ha encargado de repetir el diputado saliente, del bloque soberanista quebequés?

Los habitantes de la localidad de Chibougamau, vecina de Mistissini, desmienten ese extremo con una sola voz. «Es un candidato que conoce bien la región y eso es muy importante», reconoce la vendedora de una tienda de alimentación. «Yo no dirijo mis preferencias de voto según el color de la piel», asegura rotunda.

El alcalde de Chibougamau. Manon Cyr, viene a confirmar implícitamente esta afirmación, «Nuestra municipalidad ha sido tradicionalmente seguidora del Bloque, pero la irrupción de Saganash está cambiando las cosas», augura. Mañana las urnas escribirán la sentencia.