Persecución al independentismo
El TS decide hoy sobre Bildu tras aceptar su indefensión
La Sala del 61 debe dictaminar entre las 10.00 y las 24.00 horas sobre las impugnaciones de listas, y lo hará con nuevas alegaciones sobre la mesa. Los jueces optaron por evitar males mayores dándole un plazo algo mayor. Bildu: «En una democracia no hay ilegalizaciones ni cuarentenas».
R.S. | DONOSTIA
Antes de la medianoche de hoy debería haber una respuesta del Tribunal Supremo a la impugnación presentada por Fiscalía y Abogacía del Estado contra todas las candidaturas de Bildu y otras agrupaciones. Pero nada es seguro después de ver el primer tropezón con los plazos, que llevó a la Sala del 61 a corregirse a sí misma, deprisa y corriendo, en el inicio de la deliberación, producido en la noche del viernes.
Horas antes, la coalición ya había advertido de que la notificación oficial de las impugnaciones le llegó después incluso de haber concluido el plazo para presentar alegaciones contra la misma. Así, en la Junta Electoral Provincial de Gipuzkoa consta que los representantes de Bildu recibieron los documentos a las 12.25 del mediodía del viernes cuando el plazo para alegar acababa... a las 12.00.
La indefensión era tan obvia técnicamente como grande el riesgo de que la decisión del Tribunal Supremo terminara siendo anulada por este motivo. Así que cuando los dieciséis jueces de la Sala del 61 se sentaron a analizar los documentos de una y otra parte, ya en la noche del viernes, concluyeron que había que corregir esta situación para evitar males mayores. Cerca de la medianoche se conocía que se ampliaba el plazo a Bildu para que presentara sus argumentos, con lo que disponía de otras 24 horas más, justo hasta la medianoche pasada.
Los representantes jurídicos de la coalición habían presentado sus alegaciones a mediodía, tras elaborarlas a velocidad frenética y con el único soporte de los documentos de las impugnaciones aparecidos en las ediciones digitales de algunos medios, como GARA, pero sin tener constancia oficial de los mismos. Por otra parte, la Fiscalía había entregado su impugnación muy tarde, a las 20.00 del jueves, por lo que sólo dejó un margen de una noche para estudiar, responder y entregar el escrito de alegaciones en Madrid, lo que se hizo a contrarreloj, a las 11.55 del viernes. En resumen, una enorme chapuza que viene siendo habitual ya en estos procesos destinados a vetar candidaturas electorales.
«Salvaguardar la defensa»
La nota oficial en que el Supremo dio cuenta del atraso en los plazos indica que la decisión se ha tomado para «salvaguardar el derecho de defensa». En las horas anteriores, una de las formaciones políticas de la coalición Bildu, Eusko Alkartasuna, había insistido en la idea de que si se impide su presencia en las elecciones el caso llegará a los tribunales europeos.
En cualquier caso, el aplazamiento de 24 horas motivará que todo se estreche de nuevo en el posterior trámite ante el Tribunal Constitucional, si es el caso. Después de la decisión del Supremo, se abre la opción de que la parte perdedora apele al máximo tribunal español, de modo que se abre un nuevo circuito de recurso-alegaciones-deliberación-decisión que puede estirarse hasta las 0.00 del viernes, es decir, hasta el mismo inicio de la campaña electoral para el 22 de mayo. Todo este recorrido deberá hacerse ahora en un día menos, pero por ahora no se ha explicado cómo se acortará el procedimiento.
¿Mayoría contra el veto?
Hasta que la Sala del 61 dictamine, hay vía libre a la especulación. Y también a las presiones políticas: el propio ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, adalid de estas impugnaciones, asumía el viernes que «como las meigas, presiones, ha- berlas haylas».
Por lo que respecta a las elucubraciones, la Cadena Ser afirmó ayer que en el inicio de la reunión del viernes afloró una cierta mayoría partidaria de dar luz verde a las candidaturas y rechazar por tanto las impugnaciones, aunque no se habría entrado en un debate de fondo. Quedó pospuesto debido a la irregularidad cometida en los plazos, que requería respuesta rápida.
Algunos medios destacan también que los dos ponentes a los que se ha encomendado redactar las sentencias serían contrarios a vetar a Bildu. Se trata del Manuel Alarcón, encargado de los recursos contra la coalición, y de Rafael Gimeno-Bayón, a quien se ha encomendado escribir el desenlace de las agrupaciones de electores impugnadas también.
Se cita igualmente el retorno a la Sala del 61 de un magistrado «progresista» que se encontraba de baja médica cuando se dictaminó contra la inscripción del nuevo partido Sortu y que fue sustituido entonces por otro juez que apoyó el veto. Si efectivamente se mantuvieran las posiciones de entonces y el juez entrante se decantara a favor de Bildu, se produciría un empate a ocho votos. En esos casos está previsto incluso convocar otro tribunal para el «desempate».
Larreina: «Un berenjenal»
Si el lehendakari, Patxi López, consideró entre semana que la Sala del 61 tenía «un papelón» con el tema, el dirigente de EA Rafa Larreina utilizó ayer otro término muy gráfico: «El Gobierno se ha metido en un berenjenal».
En un acto electoral en Muskiz, Larreina quiso dejar claro que el responsable de todo esto es «el presidente Zapatero. Que no se esconda detrás de la Fiscalía, ni detrás del abogado del Estado; es el Gobierno y es el PSOE el que ha presentado estos recursos». Consideró que ha podido actuar así «por miedo al PP» o «por cálculo electoral», pero que ninguno de los dos motivos «es admisible en democracia».
Rafa Larreina recordó además que ya hay quien ha pedido que EA sea ilegalizado. Y avisó al Gobierno de que eso sería «ilegalizar un partido con personalidad jurídica europea», debido a su inclusión en la Alianza Libre Europea. «Sería ilegalizar al partido que está gobernando en Flandes, al partido que está gobernando en Escocia o a uno de los partidos que está gobernando en Gales», apuntó.
Añadió que la ALE «se está movilizando ya» y que sus aliados denunciarán esta situación, tanto en el Parlamento Europeo como en las Cortes españolas.
Desde Aralar, la parlamentaria en Gasteiz Aintzane Ezenarro dijo en un acto en Donostia que «hemos tenido sorpresas desagradables en más de una ocasión, pero la hipótesis que manejamos es que efectivamente puedan estar en las elecciones y podamos competir todos en igualdad de condiciones».
Julia Madrazo (Ezker Batua) aseguró también que su formación «alberga todas las esperanzas» y «visualiza el único escenario» de que Bildu pueda con- currir a las urnas el 22-M.
La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, trasladó sus presiones del Gobierno español al Tribunal Supremo. Dijo que esperan que ahora los jueces «hagan lo posible para que ETA no esté en las elecciones».
El líder del PNV, Iñigo Urkullu, respondió a Rubalcaba que «no es una cuestión de ritmos, sino de principios». Se mostró preocupado por la decisión judicial y matizó que «no lo hacemos por ellos [la izquierda abertzale], no les debemos nada».
A medida que pasan los días, y que se acercan las elecciones, diferentes dirigentes del PSE tratan de distanciarse de la actitud tomada por el PSOE contra Bildu. Uno de los más activos es el alcalde de Donostia, Odón Elorza, que ayer elevó algo más el tono para afirmar que la impugnación le parece «una barbaridad».
Elorza se mostró más preocupado aún por los efectos que tendría un eventual veto judicial a estas listas. Pronosticó una situación «difícil, extraña, compleja y perjudicial» en las expectativas de abrir un proceso de paz en Euskal Herria.
El primer edil donostiarra dijo estar deseando que los jueces, «llevados por su cordura democrática y sentido común, no anulen las candidaturas de Bildu». Preguntado además en Radio Euskadi por si vería viable un pacto municipal con Bildu en el caso de que pase el filtro judicial, matizó que sería pronto: «Las cosas requieren su madurez y comprobar los comportamientos».
En un acto en Bilbo, Patxi López también hizo referencia al gran tema de esta precampaña, pero esta vez sin expresar su opinión personal. Se limitó a afirmar que «en el PSOE creemos en la separación de poderes y no jugamos ni a presionar ni a sustituir a la Justicia». Y, a partir de ahí, denunció la actitud del PP: «Utilizar todo para atacar al adversario es una irresponsabilidad».
Junto a él estuvo el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que incidió en lo mismo: «Me parece profundamente injusto que se siembre cizaña y sospecha sobre la firmeza de los socialistas y del Gobierno», reprochó al PP. GARA
El número uno en las listas de Bildu al Parlamento de Nafarroa, Maiorga Ramírez, recordó ayer al PSOE y al PP que en democracia «sobran las cuarentenas, sobran las tutelas y sobran las ilegalizaciones».
En un acto electoral celebrado en Altsasu con motivo del Primero de Mayo, Ramírez criticó la hipocresía de los partidos españoles, y señaló que Bildu va a tener que enseñarles «qué es y qué no es democracia».
A este respecto, el candidato al Gobierno navarro destacó que «desde luego no es democrático que dos adversarios políticos pacten el dejar fuera del juego político democrático a una formación que confronta directamente con ellos».
Durante su intervención ante más de doscientas personas, Ramírez subrayó que la formación a la que representa «tiene más credibilidad, más coherencia y más compromiso» con la democracia que aquellos partidos que tratan de ilegalizar a Bildu.
Una coalición que, en palabras del dirigente de EA, «va a traer la paz, va a traer una salida social a la crisis y va traer una profundización en los derechos» que le corresponden a Euskal Herria como pueblo. «Bildu trata de conseguir la paz, la justicia social y la democracia», añadió Ramírez, que dijo que son valores que buscan aportar un «aire fresco» que contraste con «el tufo y el hedor a corrupción» que advierte en las listas electorales del PP y el PSOE.
Por su parte, el líder de Alternatiba, Oskar Matute, se refirió a la situación económica ante el público congregado en el cine de Altsasu, principal municipio de la Sakana y golpeado por una elevada tasa de paro que afecta a más de 2.800 personas en el valle.
Frente a los congregados, Matute denunció que aquellos que reforman las condiciones laborales de los trabajadores y «cercenan sus derechos» son los mismos que tratan de impedir la presencia de Bildu en la cita electoral del 22 de mayo.
Asimismo, el promotor de Alternatiba afirmó que la clase política imperante «no esta dispuesta a dejar que la voz de las mujeres y los hombres de Euskal Herria pueda llegar siquiera a las urnas».
El que fuera parlamentario de EB en la Cámara de Gasteiz aprovechó su discurso para recordar que «quienes acusaron a los rojos de quemar Gernika hace 74 años quieren volver a imponer su verdad perversa, negando la legitimidad, los derechos y el voto a los cientos de miles de ciudadanos en Euskal Herria».
Sin embargo, durante el acto no sólo se trató la situación política nacional, ya que junto a Ramírez y a Matute tomaron la palabra la candidata a alcaldesa de Altsasu por Bildu, Garazi Urrestarazu, y el quinto en las listas de la coalición al Parlamento de Nafarroa, Bikendi Barea, que cargó contra PNV y Aralar por apropiarse de la sigla electoral Nafarroa Bai.
El propio Barea se preguntó qué cambio político y social pueden ofrecer «aquellos que participan, comparten, apoyan y aprueban medidas contra la clase trabajadora y el Estado del Bienestar». «Ahora va a resultar que el PNV, como dijo Ortuzar, es la quintaesencia de la izquierda y el motor para el cambio político y social en Nafarroa», ironizó.
Por otro lado, la candidata a la Alcaldía de Altsasu se presentó a sus vecinos con un discurso más local, realizando una mención especial a la grave situación de desempleo que vive la localidad. Un problema que el Ejecutivo de Miguel Sanz prometió subsanar mediante la aplicación del Plan Moderna, gracias al que se pretendía acabar con el paro en Nafarroa, y que, lejos de conseguir su objetivo, despide la larguísima era Sanz con más de 50.000 parados en el herrialde. Ion SALGADO
