«Todo ha discurrido como debía discurrir desde el principio, con normalidad y sin ninguna tensión previa», valoraba a media tarde de ayer Felipe Castell, vecino y representante de la comisión de fiestas de la Txantrea, poco antes de que se iniciara el recorrido habitual desde Alemanes hacia la plaza Ezkaba, recorriendo todo el barrio iruindarra. «La verdad es que hay mo- gollón de gente a estas horas», resumía lo vivido durante toda la jornada.

Atrás quedaba el nuevo tira y afloja, con amenazas incluidas, entre vecinos y Ayuntamiento de Iruñea. La prohibición municipal, un año más, de celebrar esta comida popular de calderetes se saldó, finalmente, con la convocatoria de un grupo de vecinos para acudir a la fiesta a primera hora de la mañana, a las 9.00.

En realidad, mucho antes de esa hora un buen número de personas ya se había acercado al lugar para comenzar a montar toda la intendencia de esta fiesta. A la hora anunciada hicieron acto de presencia algunos agentes municipales de paisano que sacaron algunas fotografías de las labores de montaje. Pero fue su única aparición, al menos hasta última hora del día.

Nada que ver con el «manguerazo» del año pasado, cuando el Ayuntamiento regó con 20.000 litros de agua el recinto en el que estaba previsto que se celebrasen los calderetes y envió a un gran número de policías para evitar que los vecinos pudieran preparar sus guisos.

«La gente ha respondido»

«La respuesta de la gente ha vuelto a ser inmejorable. Solemos calcular que vienen entre 2.500 y 3.000 personas. Pues pensamos que andaremos por ahí también este año», se mostraba satisfecho Castell ante la imagen que mostraba el paseo donde se llevaban a cabo estos calderetes.

El buen tiempo acompañó, además, esta tradicional fiesta, con sol por la mañana y nubes por la tarde, pero sin lluvia. «Ha habido actuaciones, pero lo destacado son los calderetes, donde realmente la gente ha disfrutado de la jornada», reseñaba.

«La gente ha respondido a las mil maravillas y hay que agradecérselo», insistía, mientras los asistentes se preparaban para seguir a la fanfarria hasta la plaza Ezkaba, al estilo de las peñas sanfermineras, para seguir después con el resto de actos.

Las fiestas de la Txantrea comenzaron el jueves con el txupinazo y suponen la primera gran cita festiva del año en Iruñerria, después de las celebraciones de Sanduzelai.