Eguzki aprovecha la parada técnica de Garoña este mes para pedir su cierre
GARA | GASTEIZ
La central nuclear de Garoña tenía previsto desacoplarse de la red eléctrica la pasada medianoche para dar inicio a una parada técnica a lo largo del mes de mayo. Una situación que el grupo ecologista Eguzki-Araba aprovechó ayer para reflexionar sobre el coste de mantenimiento de estas instalaciones. «Coste democrático, coste de seguridad y coste económico», señaló en un comunicado.
Una denuncia que se produce, recordó Eguzki, justo cuando otro incidente ha evidenciado el riesgo constante de la energía nuclear, después de que la central nuclear Ascó I, parada por recarga de combustible, registrara ayer un vertido de unos 25 metros cúbicos -unos 25.000 litros- de agua contaminada desde el sistema de refrigerante primaria hacia el sumidero del edificio de contención.
4.400 operaciones
«Estos denominados `accidentes' son fruto de la mano del hombre, consecuencia de un modelo energético nada seguro, costoso, impredecible y cuyos efectos y residuos los asumimos todos y todas», sostiene este grupo ecologista.
La parada programada por la empresa propietaria de Garoña, Nuclenor, servirá para realizar más de 4.400 actividades que serán ejecutadas por más de 1.500 personas entre trabajadores de Nuclenor y de 60 empresas contratadas para la parada.
Eguzki ha querido denunciar también «a aquellos políticos nacionalistas que siempre apuestan por el mejor postor para sus intereses económicos», señalando al PNV. Y pide al PSOE que garantice el cierre de estas nucleares.