CICLISMO AMATEUR Vuelta al Bidasoa
Los corredores rusos aspiran a su tercer triunfo consecutivo
Los equipos Caja Rural y Extremadura se perfilan como las alternativas más potentes en la prestigiosa ronda sub 23 que comienza hoy en Irun.
Unai IRARAGORRI
El Lokomotiv, ganador las dos últimas ediciones, es el gran favorito y se perfila como el rival a batir en la Vuelta al Bidasoa sub 23 que comienza hoy en Irun. En idéntico recorrido que 2010, con Jaizkibel, San Marcial, Aritxulegi, Agiña y Erlaitz, Caja Rural y Extremadura-Spiuk se presentan como las alternativas al poderío ruso.
Los rusos son más favoritos que nunca sencillamente porque vienen de disputar la Vuelta a Asturias y otras pruebas profesionales como Laudio, La Rioja y Zornotza. Evgeny Shalunov, vencedor del Memorial Valenciaga, Artur Ershov, Sergey Belykh, Sergey Chernetsky y Kirill Sveshnikov son nombres que seguro son protagonistas a partir de hoy y hasta el sábado.
Caja Rural, con el holandés Niek Van Geffen, Jordi Simón, cuarto el año pasado y vencedor de la etapa reina, y Domagalski se presenta como su principal rival, sin olvidar a un Extremadura-Spiuk que llega muy en forma a Irun con los chilenos Adrián Alvarado y Edison Bravo, como demostraron en Los Tres Días de Araba y Legazpi. Los equipos Egidio de Italia, GSC Blagnac y Entente de Francia y Techics de Bélgica son incógnitas, aunque su rendimiento se presume bueno.
Cafés Baqué, con los argentinos Elías Pereyra y Román Mastrangelo; Naturgas Energía, con Igor Merino o Fernando Grijalba; y Azysa-Conor, con el argentino Sívori y sus polacos darán que hablar. Guerola-Valencia Terra i Mar, Super Froiz, Cueva El Soplao, Lizarte, Galdiano y Belca completan una participación de 18 equipos.
El recorrido es calcado al del año pasado por lo que la segunda jornada en Hondarribia, con Jaizkibel a ocho kilómetros de la meta, el final de la tercera etapa en el alto de San Marcial y el final de fiesta en Irun con las tradicionales ascensiones a Aritxulegi, Agiña y Erlaitz. Ahora bien, ojo con el día de hoy con las tachuelas de Gurutze y Meagas porque los dos últimos años han resultado más decisivas de lo que se presumía.