Raimundo Fitero
Retransmisiones deportivas
Existe una suerte de fiebre deportiva en los despachos de los responsables de programación de las cadenas de televisión, tanto en las privadas, las de la nueva generación TDT, como de las de titularidad pública. Puede ser un espejismo, una huida hacia adelante, una toma de posición para el corto plazo. La crisis de contenidos televisivos es evidente. El modelo está rozando el colapso. No sobran ideas, por lo tanto se repite el esquema, se buscan maneras de insistir en el mismo menú. Cine, series, informativos, tertulias, concursos, series y deportes. Nadie en su sano juicio se saldría de este esquema, pero ¿no existen muchas posibilidades diferentes dentro de la misma dieta? Con unas patatas y unos huevos se pueden hacer muchísimas variaciones gastronómicas. En la tele con los mimos ingredientes se pueden hacer cosas muy dispares.
El deporte de las grandes concentraciones de audiencia es el fútbol. Y hay que matizar mucho: un clásico, como el de ayer noche entre Real Madrid y Barça, logra un tsunami de audiencias que deja a la competencia en situación traumática. Otros partidos de fútbol de este rango, también mantiene porcentajes grandes, como los coches si Fernando Alonso se juega algo, las motos, con una media muy constante y poco más. En Euskal Herria, la pelota, pero habría que matizar. Si pasamos a otros deportes menos promocionados, entonces los datos de audiencia, con suerte, superan por los pelos las medias de las cadenas.
El fútbol de categorías inferiores, el tenis fuera de los grandes acontecimientos, las motos de promoción o los rallyes, no tienen audiencias suficientes para las generalistas, por lo que cuesta entender ciertas decisiones. La Sexta, para celebrar las mil entregas de «Sé lo que hicisteis» sucedido con muy poca gracia el pasado viernes, lo suspende durante una semana para colocar un torneo de tenis que está logrando las más bajas audiencias de la cadena en esa franja horaria. El fútbol-sala lo retransmite una cadena de TDT recién llegada, que no levanta cabeza. Se está pujando por hacerse con derechos de retransmisiones deportivas que no parecen decisiones de gestión sino políticas.