El Ararteko de la CAV, Iñigo Lamarca, defendió ayer que las administraciones deben ganar en rapidez y eficacia para dar una respuesta adecuada a las necesidades emergentes de niños y adolescentes que se enfrentan a situaciones vulnerables como los casos relacionados con la violencia contra los padres y profesores o el acoso escolar.

Lamarca presentó en el Parlamento de Gasteiz el informe extraordinario «Infancias vulnerables», un estudio síntesis en el que aparecen todos los informes extraordinarios del Ararteko sobre la infancia o con apartados específicos dedicados a ella, en el que enumera once debilidades de los sistemas de protección que condicionan la respuesta que se ofrece a las necesidades de niños y adolescentes, que suponen el 15,5% de la población de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Este informe del Ararteko detalla que en nuestra sociedad «todavía existen auténticos itinerarios de exclusión, ligados muchos de ellos a la inexistencia, falta de competencia o simplemente fracaso de las familias como elemento esencial de soporte y apoyo al crecimiento y a las necesidades de los menores».

Según explicó Lamarca, es imposible dar una cifra global de los menores que podrían estar sufriendo una situación de vulneración. No obstante, precisó que sí se pueden dar datos sobre los alrededor de dos mil menores que están en el sistema de protección de las instituciones, los casi mil menores extranjeros que pasaron por el sistema de acogida público el año pasado o los casi diez mil niños o adolescentes que anualmente se tratan por situaciones de conducta o aspectos relacionados con su salud mental.