Más de una treintena de colectivos -entre los que se encuentran Zazpigarren Alaba, Bilgune Feminista, SOS Racismo, Elkartze, AHT Gelditu Elkarlana, Gasteiz Txiki, Gazte Independentistak, Gasteizko Bertso Eskola, Eguzki o EHE- han convocado para el sábado una manifestación desde la Plaza Bilbao a las 18.00. Mañana también se realizarán dos concentraciones: una será a las doce del mediodía frente al Hospital de Santiago, y la otra, a las ocho de la tarde, que incluirá una cacerolada en Lakua-Arriaga.

Los colectivos convocantes realizaron ayer una rueda de prensa para denunciar la actual situación que se les impone a las vecinas y vecinos de la ciudad por parte de las diferentes instituciones «de nula participación y de falta de respeto» a las decisiones de la ciudadanía frente a los proyectos de ciudad y que les está llevando hacia un modelo de sociedad en la que va perdiendo «paulatina y rápidamente» muchos de los derechos sociales. Además, en el manifiesto indican que «están hipotecando nuestro futuro y el de las generaciones venideras con las decisiones que toman a espaldas de la ciudadanía».

Alegaciones sin respuesta

Estas asociaciones manifiestan que la participación de la ciudadanía no puede vetarse en ningún ámbito que le afecte directamente, ni seguir con el actual modelo en el que por ley «sólo caben alegaciones para dar nuestra opinión que, además, no se tienen en cuenta».

Por su parte, reclaman que se de el valor que se merecen a todas las consultas que se lleven a cabo, como es el caso de Abetxuko sobre el tranvía o la del Parque de Arriaga sobre su total conservación.

Añaden que se tienen que paralizar los proyectos planteados e iniciar procedimientos de participación dirigidos a conocer la opinión de la ciudadanía en temas como la redensificación, cierre del hospital de Santiago, la nueva normativa de antenas de telefonía móvil, soterramiento del TAV, la supresión de servicios sanitarios como el de pediatría y ginecología, etc.

Por tanto, piden que que se tome en cuenta a la ciudadanía «para hacer entre todos una ciudad mejor, donde se respeten los derechos sociales y económicos de mujeres, inmigrantes, jóvenes, pensionistas, jubilados y jubiladas, y de una clase trabajadora cada vez más oprimida».