La Haya se suma a la guerra en Libia y pide el arresto del coronel Gadafi
Los acontecimientos de los últimos días no dan respiro al régimen libio, que tras los continuados ataques aéreos de los aliados, ahora se enfrenta a la solicitud por parte del CPI de sendas órdenes de detención contra tres de sus mandatarios. Horas antes de la petición, el ministro de Exteriores italiano Franco Frattini ya auguraba la inminente caída del régimen, al asegurar que el presidente Gadafi intentaba buscar una vía para desaparecer del mapa.
GARA | TRÍPOLI
Occidente está convencido de que el régimen libio del coronel Muammar Gadafi está dando sus últimos suspiros; y no sólo por que así lo corrobore el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, sino por las medidas continuas de desgaste que protagoniza estos últimos días contra el país árabe.
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, dió ayer a conocer los nombres de las personas a las que responsabiliza de la matanza de miles de civiles en el conflicto libio comenzado el pasado enero, entre los que subraya a uno en rojo: el nombre del que es hasta la fecha el presidente del país, Muammar Gadafi. Junto a él, también señala a quien considera «el primer ministro de facto» de Libia, su hijo Saif al Islam, y a su mano derecha y cuñado, Abdulá al Senusi. Ocampo acusa a los tres de presuntos crímenes contra la humanidad, y por lo tanto, solicita al Tribunal órdenes de arresto inmediato contra ellos.
El fiscal asegura contar con varias pruebas que identifican al máximo mandatario como la persona que ordena los ataques contra civiles; también certifica que esas órdenes no podrían ser llevadas a cabo sin el apoyo de su «círculo más cercano», donde menciona a su hijo y su cuñado como los ejecutadores de las mismas. No obstante, el fiscal jefe del CPI no ha precisado ningún dato que lleve a esa conclusión, lo que apunta a una decisión tomada a merced de la presión internacional causada sobre el tema.
Y es que el CPI no ha necesitado más que un mes para formalizar la petición de arresto contra el mandatario libio, cuando en su único precedente similar, en el conflicto armado librado en la región sudanesa de Darfur en 2005, necesito cerca de ocho meses para decretar el arresto contra el presidente, Omar al-Bashir.
Aún y todo, la decisión todavía no está tomada, ya que ahora compete al Tribunal deliberar a favor o en contra de las peticiones de detención. Sin embargo, horas antes del pronunciamiento del fiscal del CPI, el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, ya contaba las horas al régimen libio: «Es cuestión de poco tiempo. Las últimas amenazas de Gadafi no son más que un último intento desesperado de atemorizar», insistía.
El ministro de Asuntos Exteriores de Italia lleva tiempo augurando el derrocamiento del presidente libio, que según asegura, está buscando «un lugar al que retirarse y desaparecer».
Todo apunta a una inminente tregua entre las dos partes, después de que anteayer el primer ministro de Libia, Baghdadi al Mahmudi, propusiera al enviado especial de la ONU, Abdel Elah al Khatib aunar fuerzas para ese fin. Precisamente, informaron ayer que emisarios del coronel serán recibidos hoy en Moscú horas antes de que lo hagan los enviados rebeldes; esperan así poder fortalecer el diálogo entre las partes.
Aunque puede que el conflicto esté llegando a su fin en Libia, los enfrentamientos continuan en el campo de batalla. La OTAN aseguró ayer haber destruído tres vehículos blindados de los leales al régimen.
Se consideran los «auténticos portavoces» de la rebelión libia; «la voz de los sin voz». La distancia no es obstáculo para la cadena de televisión «Libia Libre», que desde su sede en Doha (Qatar), a miles de kilómetros del campo de batalla, informan cada día del proceso del conflicto libio. Tiene como objetivo «el informar a los espectadores libios de la guerra que asola su país, a esos telespectadores que han estado tanto tiempo privados de la auténtica información y sometidos a la propaganda del régimen de Gadafi», afirma uno de los fundadores de la cadena, Mahmud Chammam.
Mientras aguardan la «liberación de Trípoli», aseguran que la cadena, que cuenta con decenas de periodistas y militantes en favor del derrocamiento del régimen, permanecerá en territorio de Qatar, por la cual es parcialmente financiada. «Seguiremos difundiendo boletines informativos con los últimos avances de los rebeldes en Libia y con los mensajes de los combatientes que luchan en las trincheras. Una vez recuperemos Trípoli, volveremos a nuestro hogar», esplica Chamman.
Comenzaron a emitir a primeros de marzo, poco después de que varios periodistas tuvieran que huir de su país por miedo a represalias de los leales al régimen. Según asegura su director, Mohammad al-Akkari, cuenta con centenares de periodistas y técnicos «dispuestos a darlo todo». GARA
