Los Grizzlies no se sobrepusieron a las inundaciones del Mississippi. Oklahoma se construyó una balsa lo suficientemente robusta de cara al séptimo partido de la segunda semifinal de la Conferencia Oeste. Puso a Russell Westbrook al timón y a Kevin Durant a remar, y no naufragó en las desatadas aguas de Memphis. Fin del sueño para los Grizzlies. Nueva reválida para los Thunder ante los descansados Dallas Mavericks.

Los Thunder dieron la vuelta de tuerca lógica que requería su eliminatoria ante los Grizzlies. Westbrook tenía que dirigir la orquesta, Durant tenía que anotar, y entre todos parar a ese torbellino ofensivo llamado Zach Randolph. El resultado final, 105-90, es un poco el resumen final de todo ello.

Durant, la nueva estrella con más kilates y baloncesto de la liga, alcanzó los 39 puntos, Westbrook firmó un triple doble y el banquillo, con James Harden o Nick Collison a la cabeza, apuntilló el esfuerzo final.

De las dudas a la paliza

Y eso que las primeras líneas de la crónica de Oklahoma estarán repletas de dudas. Durante el primer cuarto Memphis dominó y mandó en el marcador. Pero una vez desentumecido el cerebro de Westbrook, con Durant totalmente desbocado y con Harden en plan sinvergüenza, el segundo cuarto del séptimo partido fue otro cantar.

Pese a todo, nada estaba claro al descanso. Los Grizzlies son una plantilla con mucho oficio y aunque los Thunder les estaban cortando las alas, la capacidad de respuesta de los Randolph, Marc Gasol, OJ Mayo o Mike Conley quedaba fuera de toda duda tras los seis partidos anteriores.

Un triple de Conley situaba a Memphis a tres puntos en el luminoso. El susto casi se hizo corpóreo en un Oklahoma City Arena completamente teñido de azul. Pero justo en el momento en que hacían falta, los dos all stars de los Thunder volvieron a sus puestos, a mandar y a anotar. Así, un parcial de 14-3 rematado con un triple de Harden y otro de Durant dejaba el marcador en un holgado 65-51 a falta de escasos minutos para el final del tercer cuarto.

El último período fue estéril para Memphis. Rotos moral y físicamente, los últimos doce minutos fueron excesivos con unos Grizzlies que llegaron a evidenciar lagunas defensivas impropias de la intensidad que venían mostrando.

Ahora Oklahoma City Thunder, la franquicia heredera de Seattle Supersonics, vuelve a una final de Conferencia después de quince años. Lo hará esta misma noche ante Dallas Mavericks con los tejanos como favoritos por experiencia y potencial. Y es que en estos momentos, Oklahoma es un diamante en bruto. Peligroso a corto plazo pero quizá un poco verde a día de hoy.

Horas después del pase a la final de Conferencia de Oklahoma, comenzó la del Este, con Chicago Bulls y Miami Heat como protagonistas. Chicago derrotó a Miami las cuatro veces en las que se vieron las caras en la temporada regular. No obstante, los Heat mantienen una línea claramente ascendente desde que comenzó la postemporada. Tan ascendente que LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh son los favoritos para acceder a la gran final pese a todas las dudas que han sembrado desde noviembre.

Defensa y juego interior

Pero Chicago supo jugar sus cartas en la madrugada del lunes para imponerse por 103-82. Maniató el perímetro de Miami intensificando la defensa sobre Wade y James, no dio cancha a que lo poco que queda en el banquillo de los Heat se revelase, y permitió un buen partido de Bosh en ataque. Así, Wade se quedó en 18 tantos, LeBron no pasó de 12, y el sexto hombre James Jones anotó 4.

Bosh sí que se fue hasta los 30 puntos pero su aportación fue un espejismo. Los Bulls cerraron con convicción el rebote y su superioridad fue vital para la victoria. Con 45 rebotes de Chicago por 33 de Miami, los de Illinois lograron 31 puntos en segundas oportunidades por sólo 8 por parte de los de Florida.

Además, el banquillo de los Bulls, con 28 puntos, también neutralizó los esfuerzos de los reservas de Miami, que se quedaron en 15. La igualdad de los dos primeros cuartos llegó a su fin en el tercero, con Rose y Luol Deng logrando 49 puntos entre ambos. El segundo partido se disputará mañana.